No podía dejar de llorar, el señor Cornelius se había ido y no podía hacer nada para evitarlo, en ese momento una gran tormenta comenzó a azotar el reino como si el mundo llorara por la muerte de una gran persona, mientras estaba perdido en mis pensamientos una voz violenta resonó entre la tormenta.
— ¡Prisión de fuego! —
De pronto me rodeo un gran muro de llamas rojas que emitía un calor abrazador, entre en pánico imaginando que el hombre siniestro podría haber vuelto, comencé a reforzar mi cuerpo y el del señor Cornelius con todo el mana posible para resistir por lo menos un golpe, mientras canalizaba mi mana la misma voz de antes volvió a resonar pero más tranquila y cerca que antes.
— Sorprendente jovencito, debiste entrenar muy duro desde muy temprana edad para lograr reforzar tu cuerpo con mana y el de otra persona con mana —
A pesar de que no podía ver el origen de esa voz me tranquilizo un poco después de comprobar que no era la voz de aquel monstruo, pero aun así no podía estar tranquilo y aun que las lágrimas dejaron de brotar de mis ojos por el susto y el miedo aun así no podía dejar de temblar, y a pesar de eso intente hablar para aclarar la situación, con una voz débil pero estable le conteste.
— He entrenado bajo la tutela del señor Cornelius desde que tengo memoria —
Poco después una risa soberbia y muy escandalosa se podía escuchar al otro lado del gran muro de llamas y segundos después de que esa risa se silenciara un hombre no muy alto como de 1.6m de altura como máximo, con un cabello n***o que bien peinado y vestía un traje de color rojo muy llamativo y elegante, mientras observaba a hombre misterioso el clavo sus ojos en mí y después esbozo una sonrisa burlesca de oreja a oreja y con un tono burlón dijo.
— Me estás diciendo que eres descendiente de la casa Volkner, pero eso es imposible ya que Cornelius era el último m*****o vivo que restaba de la casa Volkner —
Al terminar de hablar comenzó a inspeccionarme con una increíble duda en sus ojos mientras susurraba algo entre dientes, segundos después el hablo con un tono de voz más serio que antes.
— Si dices ser un discípulo de la casa Volkner entonces demuéstralo en combate, si logras vencerme te podrás ir, pero si no puedes derrotarme, entonces cargaras con la culpa de este suceso como un cómplice de asesinar a un archiduque —
Sus palabras me dejaron helado, no sabía cómo reaccionar o si podría ganar, no tenía idea de que tan poderoso era este hombre frente a mí, ¿pero por qué tengo que pelear contra el si soy inocente?, con una voz de miedo y desesperación conteste al instante.
— ¡Yo soy inocente, yo vi al hombre que mató al señor Cornelius, porque debería ser tratado como cómplice! —
Tras escuchar mis palabras el hombre frente a mi borro su sonrisa y después con una voz sombría.
— Aun eres muy joven y no sabes cómo se mueve el mundo, aunque tú seas inocente la familia real necesitara un chivo expiatorio para calmar al pueblo ya que la muerte de un hombre como Cornelius no es algo que se pueda ocultar y justo ahí entras tu como una simple pantalla, ¡así que deja de lloriquear y pelea o enfrenta tu destino! —
Mientras el hombre terminaba de hablar un fuego extraño de color azul pálido comenzó a emanar de sus manos, lo que me puso aún más asustado, mientras formulaba su última frase arremetió contra mí con sus brazos completamente cubiertos con fuego azul, cuando note su ataque fortalecí la protección de mana en mi cuerpo para resistir el ataque ya que la velocidad del hombre no era ni remotamente cercana a la del señor Cornelius, el hombre me golpeo con el puño cubierto de fuego justo en el centro del rostro y aun que pude verlo venir su fuerza era mayor a lo que imaginaba ya que me mando a volar, aunque mi refuerzo de mana me ayudo a no recibir heridas graves el dolor en mi rostro era inmenso pero comparado con los golpes del señor Cornelius aun podía intentar contratacar a ellos.
Cuando mi visión se restableció busque trate en buscar al hambre para evitar su siguiente ataque, pero al encontrarlo parecía una ser completamente diferente, su cuerpo estaba cubierto casi por completo por las misma llamas azules de antes dándole el aspecto de un monstruo más que el de un hombre, mientras me perdía en mis pensamientos el comenzó a correr en mi dirección mientras gritaba con una voz seria pero fuerte.
— ¡No me digas que eso es todo lo que tiene el supuesto aprendiz del hombre más poderoso y temido del reino o ¿quizá solo eres un impostor?! —
Sus palabras me abrieron los ojos, si él dice que el señor Cornelius es el hombre más poderoso del reino eso significa que este hombre frente a mí no es nadie en comparación al hombre con el que me he enfrentado toda mi vida, así que no tengo nada que temer, debo derrotarlo para así tener la posibilidad de vengar al señor Cornelius, con mi estabilidad mental restablecida me decidí a derrotarlo y buscar al monstruo que mato al señor Cornelius, me levante del suelo y reforcé todo mi cuerpo con mana y me enfoque en la pelea para ser capaz de recibir el ataque del hombre en llamas y grite con todas mis fuerzas.
— ¡Ven a mi infeliz! —
Una risa burlesca salió de la boca del hombre en llamas y dije entre carcajadas.
— ¡Ese es el espíritu!, ¡Ahora dime ¿quién eres tú?! —
Un golpe de fuego me impacto aún más fuerte me golpeo en la boca del estómago pero gracias a que me encontraba concentrado pude ver su ataque y logre reforzar el área de impacto segundos antes de recibir algún daño, estando concentrado en la pelea he logrado bloquear una variedad de ataques que he recibido de su parte, pero lo que me extraña es que sus ataques solo sean físicos a pesar de ser un mago de ataque solo ha utilizado sus puños, ¿Qué estará planeando?, mientras lo analizaba me grito con una voz petulante.
— ¡Veo que puedes defenderte, pero aun no respondes a mi pregunta! —
Al terminar su frase desapareció como si jamás hubiera estado aquí, entre en desesperación ya que si no lograba verlo no podría predecir por donde atacaría un tendría que recibir el impacto con mi cuerpo o confiar en mis reflejos, comencé a buscar a mi alrededor con desesperación pero no podía encontrar nada, de pronto su voz resonó por todas partes.
— ¡más te vale no morir antes de que puedas contestar mi pregunta niño! —
Su voz venia de todas direcciones era imposible saber por dónde llegaría, así que cerré mis ojos y me concentre para sentir el flujo mágico y así poder sentir por donde llegara su golpe y de pronto lo sentí una fluctuación mágica por mi derecha, alce los brazos lo más rápido que pude para proteger mi cuerpo y reforcé mi costado derecho con mana, unos instantes después algo parecido a una gran navaja de fuego azul impacto contra mi costado derecho explotando al instando que hizo contacto con el mana en mi cuerpo, el impacto me tomo por sorpresa rompiendo con mi concentración, seguido de una ráfaga de cuchillas de fuego azul llegando por todas direcciones, haciendo mi mejor esfuerzo el logrado repeler el daño de la mayoría pero una de ellas me impacto en el muslo derecho y la otra en mi brazo izquierdo dejándolos completamente entumecidos y prácticamente inservibles por el momento, solo era capaz de moverlos gracias a el revestimiento de mana que me permitía moverlos de manera funcional, mientras intentaba repeler todas las cuchillas de fuego la voz del hombre volvió a resonar por todas partes, pero esta vez con un tono de decepción.
— ¡Creí que un asesino capaz de matar al legendario Cornelius Volkner sería un digno oponente pero veo que estaba equivocado, es una lástima niño! —
Sus palabras me hicieron enfurecer y lo maldije con todas mis fuerzas.
— ¡Yo no lo mate! ¡Él era como mi padre! —
La oleada de cuchillas de fuego seguía llegando por todas partes y en un instante se detuvieron, de pronto el hombre apareció frente a mí con solo sus brazos envueltos en llamas azules alzándolos con la intención a sujetarme, logre reaccionar y sujete sus manos con las mías, ahora se había convertido en una pelea de fuerza, ambos empezamos a presionar con más fuerza a tal grado que el suelo bajo nuestros pies comenzó a hundirse y agrietarse, todos los escombros a nuestro alrededor volaban por los aires a nuestro alrededor, el hombre me miró fijamente y esbozo una ligera sonrisa, al instante pude sentir como su fuerza y poder aumentaban el calor de la llamas que estaba siendo evitado por mi refuerzo de mana se comenzaba a sentir sobre mi piel y el sudor comenzó a recorrer mi frente y mis piernas comenzaron a ceder poco a poco hasta el punto de tener una de mis rodillas contra el suelo, en ese momento el hombre soltó una corta risa y dijo en tono burlesco.
— Veo que eso es todo lo que tienes niño, es una lástima que mueras tan pronto, pero no te preocupes nadie llorara por ti, lo único triste es que un lo respondes mi pregunta, ¿Quién diablos eres? —
Una gran frustración se apodero de mi al ser obligado a estar de rodillas sin ser capaz de oponer resistencia, en ese momento la voz del señor Cornelius resonó en mi mente “Nunca te rindas Alexander, recuerda que tú puedes hacer lo que sea”, esas palabras me recordaron esos años de arduo entrenamiento, en ese momento levante la mirada viendo al hombre directamente a los ojos y le dije con seriedad.
— Si tantas ganas tienes de saber quién soy entonces te lo diré y asegúrate de grabarlo bien en tu mente —
Comencé a imbuir una inmensa cantidad de mana en mi cuerpo y poco a poco logre ponerme de pie y cuando logre estar de pie le dije con tono d*******e.
— ¡Mi nombre es Alexander Nihil, hijo de Cornelius Volkner y juro que vengare su muerte aunque sea lo último que haga! —
Tras escuchar mis palabras el hombre esbozo una gran sonrisa y con un tono natural dijo.
— Eres justo como te describió el viejo, me alegro que estuvieras en su vida, un placer Alexander mi nombre es Evan Argnil y soy un viejo amigo de tu padre —
Sus palabras me dejaron atónito, el señor Cornelius jamás menciono nada sobre ninguna persona durante todos estos años.
En ese momento ambos dejamos de ejercer fuerza poco a poco hasta el punto de estar simplemente parados frente a frente, yo tenía tantas preguntas para Evan, quería saber todo, ¿Cuándo se conocieron? ¿Cómo era el señor Cornelius? ¿Qué le conto de mí? pero antes de que pudiera hablar Evan puso su mano sobre mi hombro y dijo en un tono preocupado.
— Sé que tienes muchas preguntas que me encantaría contestar, por será en otro momento ya que con las presiones mágicas que hubieron aquí los generales y capitanes no tardan en llegar y tú no puedes estar aquí cuando ellos lleguen, tienes que huir y volverte fuerte para que puedas cumplir con tus cometidos y para que puedas vivir una vida tranquila en este mundo que solo respeta el poder, vete Alexander y nunca olvides quien eres, yo los retrasare mientras tu sales del territorio, mucha suerte en tu viaje —
Con esas palabras Evan me señalo en dirección a la frontera del reino, me dio la espalda y solo alzo su pulgar como seña de aprobación, yo no podía pensar claramente, solo imbuí todo el mana que restaba en mi cuerpo y corrí a toda velocidad en la dirección que Evan indico, con una meta y lágrimas en mis ojos salí en busca del poder para vengar a mi padre.
— Un día nos volveremos a ver Evan —
— Un día nos volveremos a ver Alexander —