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EL POV DE EMILY.
A la mañana siguiente, mi cabeza retumbaba como si estuvieran tocando muchos instrumentos en ella. Me levanté de la cama y gemí. Necesitaba algo para aliviar mi dolor de cabeza.
Mi sudadera todavía estaba manchada de pimienta del salmón y me preguntaba por qué no me la había quitado. Fui a la cocina a buscar un poco de té de limón que podría ayudar, pero las criadas no tenían té de limón, solo tenían agua de coco. Ayudó un poco.
“Aquí. Come esto antes de que la familia venga a desayunar”. Dijo Kaye, entregándome una tortilla con verduras.
“Oh, eres tan dulce”. Dije, recogiéndolo y clavándole los dientes. “Hm, esto es muy bueno. Tengo mucha hambre, a pesar de todo el salmón que prepararon anoche. Por cierto, esos salmones dieron en el clavo. Se sentía como si estuvi
