6 Axel y Bastián

1789 Palabras
(((Axel))) 2 meses después... Me levanto de la cama, dispuesto a regresar ser yo, sin descuidar a Elisa, han pasado dos meses y ella todavía no despierta, mi cabello ha estado más largo de lo normal, me a crecido barba, y mi cuerpo... Sigue igual, ya que me concentró en no descuidarlo, Sara es la que me regaña para que coma algo y gracias a ella he ido comiendo y dándome fuerza. Y es cierto lo que me dijo hace unos días... No quiero que Elisa vea que me caí, pero a la vez sí... Pero quiero que sienta que siempre la amare. Me rasuro, y corto el cabello a como lo tenía antes de perderme, me pongo una camisa que se ajusta al cuerpo, y un pantalón estilo militar además de unas botas similares, me pongo unos lentes oscuros y el Axel de hace diez años volvió, además del de hace un año. Volví. Bajo al comedor donde están todos los demás, que se quedan sorprendidos de verme caminar con mi autoestima de vuelta en su lugar, además del corte y el cambio en mi rostro. -Buenos días-saludo sentándome en mi silla de siempre. -Buenos días Axel. Sirven mi taza de café y al beberle me sabe a como Elisa lo prepara, separó la taza de mi boca y me le quedó viendo. -Elisa me enseñó a hacerlo hace unos meses-dice y eso me llama demasiado la atención. No esperaba a que él lo hiciera. -Y a penas hoy se me ocurrió ponerlo en práctica-sonrío y le vuelvo a tomar al café. Extraño demasiado a Elisa, pero es momento de irla soltando, hasta tenerla de vuelta. Termino mi desayuno y salgo a entrenar, Escorpión, Oso Blanco, Sara, Charlotte y todos los demás entrenan, a Sara la entrenan como si fuera una principiante, pero ponen una especie de tiro al blanco, hay como diez o cuatro blancos distribuidos en todo el lugar. Ponen una larga mesa con armas, me acerco a ella y no dudo en tomar una y disparar, saco todas las balas que el arma puede lanzar. Tomó otra y hago una barrida. Bastián se me une, entre los dos descargamos toda la pólvora que pueda haber en el arma. Hace años que no descargamos de esta manera las balas. -Axel, jugada noventa y tres-asiento y salto la mesa para correr, es increíble que todavía tenga la capacidad de correr rápido. El sonido del arma ser disparada me da la alerta que necesito, saco mi arma al dejarme caer de espaldas en el suelo... Disparo dándole a la bala que soltó Bastián, cae intacta en el centro de la Diana del centro. -¡Tenemos el don todavía!-celebra Bastián. -Siempre lo tendremos-digo quitado de la pena. -¡Jugada dieciocho!-nos grita Escorpión. Asentimos y empezamos a hacer esa jugada que nos encanta, Bastián avienta tres empaques de balas intactas, las tomamos en el aire. Corremos dos metros y tiramos de la bala. El estruendo de las dos balas chocar es el sonido más excitante que hemos logrado. -¡j***r! Había olvidado lo que era escuchar ese maldito sonido. -Por eso son los favoritos-dice Tigre al lado de Escorpión. -¿Celoso?-dice Bastián como si tuviéramos los dieciséis años todavía. -Tal vez... Jugada veinticinco-nos miramos y asentimos. Bastián lanza al aire el arma, y yo un poco más alto la mía, hacemos el cruce y luego, él se inca y me pongo justo a su espalda, su arma caen su mano y la mía, pues en mis manos, jalamos del gatillo de nuestras armas y estas arrojan la bala a los kilómetros que deben hacerlo, dan justo en el blanco que Bastián y yo queremos. En el mismo lugar. -Por eso y mucho más-se burla Bastián. -Presumidos. -Sara, ven, por favor-Oso Banco la llama a dónde estábamos Bastián y yo antes. Bastián y yo nos miramos y decidimos salir, nos ponemos atrás de la pareja de padre e hija, tragamos saliva cuando vemos lo que se propone Alexey. -Bien, Cariño... Quiero que tomes el arma y jales el gatillo. -No. -Sara la vez pasada... -No me importa papá, ¡no voy a disparar jamás, un arma! Sara se aleja de su padre, se deja caer en el pasto. Bastián suspira e intenta caminar hacia ella. Lo detengo y soy yo quien avanza hasta ella. Me siento a su lado en el césped, ambos miramos el horizonte que Sara observa. -No voy a disparar jamás. -Tal vez no ahorita... Pero... No quiero que suceda, pero imagina que nos encuentran, y que son tus hijos los que dependen de que jales el gatillo. -Axel... -Sólo es eso lo que quiero que pienses. Me levanto del suelo y camino de regreso a dónde están los demás. -De acuerdo, pero quiero que tú me enseñes eso, no mi papá, no Bastián, no Charlotte, ni Hansel. Quiero que tú lo hagas. -Bien. Yo lo hago. Le digo que venga conmigo, empezaremos con lo básico, y ella será quien jale el gatillo, yo no haré nada que no pueda hacer. No le doy un blanco específico, le doy algo que ella pueda hacer. Que es sólo balanzear el arma. Lo hace, lo que me asombra es con la facilidad con la que la calibra, cuando termina ahora sí la pongo a disparar. -Quiero que des en el centro del último blanco. -Está muy lejos. -Bueno, esa es tu tarea de hoy, gastaste las balas que te gastes... Quiero una en el centro de la Diana de ese blanco. -Axel... Es imposible que ella le de en el blanco que quieres-dice Charlotte a mi espalda. -Necesita años de entrenamiento para eso. -Hazlo Sara. Temerosa toma el arma y apunta con miedo. El Dominante que soy no evita sonreír ante esa expresión. -Vamos, mi niña, puedes hacerlo-traga saliva. Suspira y dispara. La bala sale libremente del cañón, sonrió ante el resultado, cuando me acerco a Sara tiene sus ojos cerrados. Sé que es primer disparo y es el mejor. (((Bastián))) El tiro es perfecto, jamás había visto que alguien diera un tiro tan perfecto, y jamás me hubiera imaginado que Sara podría darlo. Alexey está asombrado, y no sólo él, la mayoría de los que estamos aquí estamos sorprendidos por el tiro perfecto que mi esposa dio. -Una Ranger. Asesino Maestro. Eso es un Ranger. Espero que ella nunca sepa lo que es un Ranger. Un asesino serial. Bueno, la mayoría de los que conozco son asesinos seriales y buscados en diversos países por ser asesinos innatos y limpios en sus trabajos. -¡Le dí!-salta de alegría junto a Axel. -Buen trabajo, pero quiero comprobar algo, descarga el arma y trata de darle al blanco, no importa en donde le des. Sara asiente, recarga el arma como si supiera hacerlo de toda la vida, apunta y dispara. El sonido de las balas es constante hasta que se le terminan, pero de la nada recarga y vuelve a disparar. Da en un sólo lugar. Sus tiros son precisos y certeros, sin duda es una Ranger, y eso me preocupa, uno de mis hijos puede heredarlo, pero no creo que eso suceda ya que Alexey no lo tiene, ni ninguno de los hermanos de Sara. -Buen trabajo-la felicita Axel. Sara celebra y se va a ver a los niños. Miro de nuevo a Axel que sonríe como un gato. -Conozco a un Ranger cuando lo educó-hijo de perra. -No le diremos... -Bastián, no le diré a Sara que sí ella se entrena como debe de hacerlo, podría ser una sombra ante la sociedad y una asesina en las calles. Axel me deja atrás, suspiro frustrado. Camino al comedor, al llegar me encuentro la pela de Axel y Antonella. -Sólo... Axel, por favor. -¡Qué me dejes en paz! -Axel... Estoy embarazada... -Mío, no es. -Axel-es cuando me meto. -Siempre he usado condón... Con la única con la que no use fue con Elisa... Así que él bebé no es mío... -¿Bebé?-los tres giramos a Hansel que parece asombrado por el tema del bebé. -Hansel... -Me dijiste que no había problema... Antonella, ¿Para eso quisiste que me acostará contigo?-se acerca a Axel-. No es tuyo, es mío. Y Bastián, tu hermana está loca si cree que la dejaré enjaretarle mi hijo a otro. -Hansel... -Nos vamos a casar... Y hazte la idea de que a partir de hoy, dormirás conmigo. -Hansel. -No está a discusión Antonella. La voy a matar, quería atención, quería hacer que Axel se fuera con ella. Niego, mi hermana cayó muy bajo. Hansel se va con mi hermana detrás. -Lo siento. -No te disculpes... Antonella nunca ha entendido que no, es no. Estoy por contestarle cuando escucho el grito de Sara, ambos vamos a ver al lugar donde Sara grito. Estamos subiendo las escaleras cuando el sonido de un arma se escucha, mis nervios se afloran y sigo corriendo hacia donde esté mi esposa. Otro disparo se escucha, Axel saca su arma y yo la mía, otros dos disparos suenan en la estancia. Mis nervios se afloran, al llegar a la parte donde se escucharon los disparos y los gritos de Sara. Abro la puerta y veo a mi esposa con un arma en las manos, dos disparos en el techo y dos en el cuerpo sin vida que hay en el suelo. Camino a ella y la abrazo, no se que hace Axel. -Era él o yo-solloza Sara sobre mi pecho. -Tranquila, mi amor... Ya pasó. -No, lo... Quite una vida... No. -Amor... Varios entran y Axel da la instrucción de sacar el cuerpo. Al ver cuándo se lo llevan es Cucaracha. No quiero preguntarle nada, quiero se tranquilice, su madre y yo la llevo a a la cocina para que se tranquilice, poco a poco se va relajando. Pero no deja de temblar. Nos cuesta pero al final habla. Al parecer mi cabeza y la de cada uno de los que están aquí cuesta alrededor de dos millones de dólares, y a ella la quieren viva. Además de a mis pequeños, que también los buscan con vida. Investigando la vida de la sabandija que Sara mato, debía más de cinco millones por apuestas. Así que mande dejar el cuerpo de Cucaracha a las salidas de un bar. (_+_) Sara ha estado rara en estos últimos días, no espero que cambie, mato a una persona hace poco, y... Sé que ella no quería, pero tenía que hacerlo. Al menos ya conozco que mi cabeza la está buscando el León, además de que busca la de Escorpión y que quiere a mi mujer con vida lo que me parece extraño. Espero que ésto no sea perjudicial para mi familia.
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