Dos horas habían pasado y yo aún no terminaba de creerme todo lo que estaba pasando, me había asignado una oficina tan amplia, que creo que era más grande que el departamento que compartía con Pedro. Tenía un juego de sofás color crema, en los cuales podía hasta tomar una siesta, el escritorio era de cristal y sobre este se encontraba una Mac, no tenía idea de cómo se utilizaba, pero aprendo rápido, no creo que sea cosa de otro mundo, una de las paredes estaba decorado con un enorme librero, con cientos de libros de todos los tamaños y todos los colores, y a su costado, un mini bar con diferentes botellas de alcohol. Siempre me había preguntado, cómo hacían los ejecutivos para trabajar y beber alcohol al mismo tiempo, espero no ser como ellos. Jayden estuvo a mi lado todo este tiempo, a

