Henry, levantó la mirada y ella miró hacia abajo. —La niña se está moviendo. Dijo en un susurró, como si el bebé fuera a detenerse si le oyera. Silla sonrió, porque aquel momento era hermoso, y porque era la primera vez que había mostrado preferencia por el sexo del bebé. Pero Henry, no de detuvo y enseguida le bajó la poca tela que cubria su sexo, y rápidamente se incorporó para quitarse la camisa, y ella se olvidó de todo lo que los rodeaba. La ternura se apoderó de ella cuando él volvió a besar su vientre y, cuando intentó apartarle para saborear su cuerpo, él la volvió a recostar y enterró la boca entre sus piernas. Con un grito de placer, Jennifer, se deslizó hacia atrás ante aquella sensación tan intensa. Su sexo estaba muy sensible, y su naciente barba le rozaba al morderle el labi

