Un mes había pasado demasiado pronto, mi salida del hospital casi olvidaba como había sido, y por supuesto el yeso de mi pie había desaparecido por completo, se sentía bien dejar esas muletas atrás y poder estirar mis piernas sin problema.
Hoy volvía a trabajar a la empresa bajo los rotundos no de Klaus, pero como yo no me dejo intimidar de nadie y menos de mi esposo, iba a volver a trabajar. No negare que se sentía raro involucrar el nombre de Klaus y la palabra esposo en una misma oración, pero creo que ya era hora de acostumbrarme ya que sería muy frecuente y más ahora que habíamos llegado al acuerdo de que intentaríamos mantener una relación verdadera.
Me sentía feliz como no lo había sido en muchísimo tiempo y esperaba con todo mi corazón que fuera duradera, me pare de su cama y cam
