Capítulo 5

1638 Palabras
                                                                                         Capítulo 5 — No tiene que hacer esto, enserio—comentó JungSook algo apenada mientras aquel chico limpiaba la sangre de su nariz o barbilla, quería curar aquellos golpes que sabía que la chica tenía. — Le diré a NamJoon que llame al doctor, necesita revisarte. — No es necesario, señor... — ¿Señor? —dejó de usar el algodón con algo de alcohol— ¿Cuántos años me calculas, jovencita? JungSook ladeó su cabeza mirándole, el joven que la había abrazado había mostrado tanta preocupación por ella que fue imposible no sentirse conmovida, en sus veinte años jamás se habían preocupado por ella, estaba experimentando esa clase de emociones por primera vez después de tanto maltrato. El chico tenía el cabello pelinegro, ojos oscuros, piel algo morena, era sólo unos centímetros más baja, había gestos en él que eran típicos en la chica...y ella los notó. — ¿Veinte años? — Sí—pareció dudar en eso—Mi nombre es Jeon JungKook, puedes llamarme por mi nombre, no hay problema. — JungKook—repitió asintiendo sonriendo de lado—Nuestros nombres suenan similar, es gracioso—lentamente fue borrando la sonrisa— ¿Puedo preguntarte algo? — Dime—la miró atento. — ¿Por qué NamJoon y TaeHyung dijeron que se harían cargo de mí? —frunció el ceño— ¿Estaban esperándome? —recordó las palabras de Nam— ¿Eras tú quien quería verme? ¿Por qué? — Tranquila, ve despacio, son muchas preguntas—dejó las cosas junto al botiquín—Sí, estábamos esperándote—asintió limpiando sus manos en su pantalón—Sabíamos de los maltratos de tus...—se odió por decir la siguiente palabra—padres. — ¿Cómo lo supieron? —JungSook se alarmó. — Una noche pasaba por tu casa, estaba de regreso del trabajo cuando escuché gritos, fue entonces que te vi siendo golpeada por ese animal—mintió porque claramente eso no había pasado. Su rostro se volvió sombrío—Sook, nadie volverá a tocarte ni a lastimarte, ¿Me entiendes? La historia no se repetirá. "¿La historia? ¿De qué habla?" Unos pasos hicieron que voltearan a ver al otro chico que había aparecido con JungKook cuando llegó traía una bandeja llena de comida que dejó frente a la chica en la mesa central de la sala, el estómago de la joven gruñó. — Gracias. — No hay de qué, espero que te guste—sonrió para luego retirarse. — Él es Jung Hoseok, puedes confiar en él también—la miró. La nariz no tan delgada de JungSook era igual a la de su madre, esos labios rosados eran como los de su padre, pero esa mirada no se comparaba a la bebé de hace veinte años, esta mirada lucía triste, cansada y decepcionada—Te dejaré comer, así llamaré al doctor. — No es necesario, enserio... — Lo es, ahora come.                                                                                                    ♠♠♠   JungSook miró su nueva habitación o al menos la que sería suya por un tiempo, era más grande que la usual, tenía un balcón el cual daba vista a la entrada de la casa, las paredes blancas le transmitían algo de paz, aquella cama matrimonial tenía un suave y cómodo colchón, el edredón azul oscuro quedaba perfecto, la joven dejó su bolso en la cama decidiéndose a tomar un baño con agua caliente. Unos minutos después salía con ropa limpia y abrigadora mientras su cabello mojado por la ducha caía por sus hombros, unos toques a su puerta le hicieron ir a ella, abrió encontrándose a JungKook y NamJoon acompañados de un hombre joven, su cabello rubio y labios carnosos le hicieron sentir poca cosa, el hombre era hermoso. — Sook, él es Kim SeokJin, es doctor, vino a chequearte—explicó el pelinegro. — Entiendo—asintió. Aclaró su garganta algo incómoda por lo que diría—Puedo estar a solas con el doctor. — Cualquier cosa que necesites estaremos abajo. — Está bien—y dejó más paso al rubio. Adentro se dirigió a la cama sentándose mientras veía como sacaba de su bolso n***o un aparato. JungSook jamás había ido a un doctor, si se enfermaba debía soportarlo o sus padres la golpeaban— ¿Doctor Kim? — ¿Sí? —la miró. — Estoy algo nerviosa, jamás he ido a ver a un doctor—comentó y Jin sonrió de lado—Lo sé, es...ridículo, yo... — Descuida, esto me permitirá escuchar tu corazón, ¿De acuerdo? —explicó dulcemente. Sook asintió—Necesito que subas un poco tu camisa, lo colocaré en tu espalda y respirarás de acuerdo a como te indique, ¿Bien? — Bien. JungSook obedeció sintiendo por pocos segundos una cosa fría situarse en su espalda, ella no era consciente de las expresiones horrorizadas del doctor al ver esos hematomas y golpes, incluso cicatrices, ¿Qué le habían hecho a esa pobre chica?                                                                                                    ♠♠♠   — ¿Le dirás? —preguntó TaeHyung. — Tiene que saberlo—Hoseok insistió—Debe saber la verdad. — Creo que en este momento esa chica necesita recuperar fuerzas y descansar, ¿Viste lo agotada que luce? —indicó NamJoon—Ella realmente está mal—miraron a JungKook quien estaba sentado en el sofá con sus brazos apoyados en sus muslos más pensativo de lo normal. Su mente viajaba a veinte años atrás.                                                                                               Pasado   Dos cuerpos se encontraban en aquella cama en una noche de tormenta eléctrica, las luces estaban apagadas, sus siluetas se frotaban contra la otra creando placer y satisfacción en ambas personas. El sonido de las bocas uniéndose junto al de los gemidos volvían más excitante aquello. Minutos después cayeron rendidos en un sueño profundo, JungKook se despertó primero y como los rayos del sol daban al cuerpo femenino junto a él la imagen que tuvo no fue hermosa, todo lo contrario, en la espalda de su novia había marcas terribles, hematomas de todos los colores, golpes totalmente peligrosos que podrían fracturar a alguien tan frágil como ella, sus ojos contuvieron las lágrimas cuando por culpa de la poca luz no se percató de ello anoche. Pero ahora entendía porque Sook parecía quejarse cuando él la acariciaba.                                                                                             Presente   — Esperaremos—fue lo que dijo colocándose de pie llamando la atención de todos—Prefiero encargarme de que esté sana y fuerte, Sook necesita recuperarse no importa cuánto tiempo tome, hasta entonces permanecerá aquí en la casa—los miró— ¿Entendidos? Y todos asintieron. SeokJin apareció en la sala con un rostro no muy bueno, pero tampoco tan malo, los chicos esperaron a que hablara, pero él se tomó su tiempo. Jin sabía todo sobre esos muchachos, de hecho, había vivido con ellos un tiempo cuando estudiaba en la universidad. — JungSook está durmiendo ahora, el chequeo fue rápido, pero me quedé hablando con ella sobre lo que le gustaba o no le gustaba hacer—comentó pasando sus ojos de uno a uno—Esa chica tiene suerte de estar viva—miró a JungKook—Su cuerpo está completamente lleno de golpes y hematomas, una persona así puede morir, ¿Qué clase de monstruo le hizo esto? NamJoon y JungKook compartieron una mirada, el pelinegro miró al suelo cruzándose de brazos. — Sus padres—contestó Nam—Ellos la golpeaban cada día. — ¿Se recuperará, hyung? —inquirió Hoseok. — Es una chica muy fuerte, lo hará—asintió—Les dejaré algunos medicamentos que pueden darle para recuperar fuerzas y evitar que enferme o algo peor—comentó—Espero que la mantengan aquí y no la dejen salir, esas personas claramente querían matarla. JungKook apretó sus manos convirtiéndolas en puños. Sin decir nada salió de la sala dirigiéndose a la habitación, entró despacio a ella siendo testigo de la joven que dormía plácidamente en esa cama, su cabello castaño claro se esparcía algo mojado por la almohada, la cubrió hasta el cuello con las sábanas y el edredón, acarició su mejilla sintiéndose miserable. Él debió sacarla de esa casa cuando bebé.                                                                                     Hace veinte años   — ¡No! Por favor, no—lo detuvo tomando su muñeca mientras suplicaba en sollozos—No lo hagas, no vayas, van a lastimarte, por favor JungKook. — ¡Estoy cansado de esto, Sook! —se mostró molesto, aunque sentía era impotencia—Ellos te matarán si sigues ahí, vi los golpes en tu espalda, en tu cuerpo, voy a matarlos, ahora sí me escuchará tu padre, es un maldito... — Por favor, no vayas, te lo suplico, no vayas. — ¡Se acabó! — ¡JungKook! —Sook le siguió tropezando con sus propios pies, el chico escuchó el golpe en seco y no dudó en ir por ella, Sook se veía tan...mal—Mi padre es capaz de asesinarte, ellos no aceptarán lo nuestro, ellos...nunca cambiarán-sollozó dejando que JungKook la rodeara con sus brazos—Quédate conmigo, por favor.                                                                                          Presente   — Lo siento mucho, Sook—repitió en voz baja, acarició la mejilla de la chica suspirando con nostalgia—No pude cuidar bien a nuestra hija, pero...te prometo que esta vez no la dejaré sola. Te lo prometo—asintió para sí mismo. Aunque en sus planes secundarios estaba la venganza.
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