Capítulo 9

1989 Palabras
                                                                                          Capítulo 9 La joven dio unos suaves toques a la puerta sosteniendo con la otra mano la bandeja con comida recién hecha, TaeHyung la había acomodado para el chico y le había incluido una rosa de color blanco. JungSook tocó la puerta de nuevo obteniendo respuesta, la puerta se entreabrió sólo un poco. — Lamento molestarte, Hoseok, yo...quise traerte la cena, TaeHyung... — No tengo hambre, gracias—forzó una sonrisa. Sus ojos se notaban algo rojos y Sook supo que ese chico había estado llorando. No podía regresar a la cocina con aquella bandeja, TaeHyung estaría decepcionado, sonrió dulcemente dejando la bandeja al costado de la puerta. — Cuando tengas hambre, aquí tendrás la cena—intentó convencer—Hoseok, así como hay días malos también hay días buenos—lo miró—Ten eso en cuenta, ¿Sí? El chico asintió mirándola alejarse. Respiró profundo y hasta que estuvo solo miró la bandeja decidiendo meterla a su habitación.                                                                                                     ♠♠♠   Sook despertó de golpe recordando la pesadilla, ella había estado corriendo por su antiguo hogar intentando evitar los golpes de su padre, pero éste la atrapaba recordándole que sea como sea siempre la encontraría. El cielo apenas comenzaba a aclararse, la chica se levantó de la cama, se colocó sus pantuflas saliendo de su habitación con intenciones de bajar las escaleras, pero en los escalones escuchó sus voces. — ¿Crees que sea una buena idea? —ese era TaeHyung. — Lo creo, una vez que esté fuera de aquí todo será más sencillo—JungKook se escuchaba decidido. "¿Están hablando de mí?" — Espero que sepas lo que haces—Nam suspiró— ¿Sería mejor sacarla hoy? — No, creo que sería mejor esperar unos días, tengo unas cosas que hacer antes... Y JungSook no esperó a escuchar más, sabía que hablaban de ella, regresó a su cuarto sintiéndose decepcionada y triste, ¿Tan pronto les molestaba a esos chicos? ¿Le molestaba a JungKook? Bueno, sus padres tenían razón, nadie podía quererla, quizás después de todo había algo malo en ella, Sook regresó a la cama al escuchar pasos, se cubrió con el edredón fingiendo estar dormida, con esfuerzo se obligó a respirar con calma fingiendo, una caricia en su mejilla le hizo estremecerse, se acurrucó dándole la espalda, una parte de su cabello castaño claro cubría su rostro. JungKook apartó esos mechones besando su frente. — Lo siento mucho, Sook. "No lo sientas, es normal que quieran que una desconocida se vaya de su casa, pero...no debían mentirme con hacerse cargo de mí, ¿Sí?"                                                                                                    ♠♠♠   JungSook se había dado un baño y vestido con ropa para el invierno, no sabía cuánto frío tendría que soportar o cuando sería la última vez que se bañaría. Revisó su bolso asegurándose de tener todo listo, lo colocó en su espalda saliendo de la habitación teniendo cuidado de que no la vieran. Era mejor irse sin necesidad de hacerlo más difícil, Sook entró a la cocina tomando algunas frutas o golosinas para el camino, guardó todo en sus bolsillos o en el bolso y finalmente salió de la casa temblorosa. Estaba nevando y la temperatura no ayudaba. "Estaré bien, vamos, JungSook, estarás bien"                                                                                     Dos horas después   Tenía un largo rato caminando sin rumbo, pocas personas había en las calles por el clima, JungSook tenía la capucha de su chaqueta cubriendo su cabeza, sus manos estaban heladas, se abrazaba así misma caminando mientras arrastraba sus pies, sus botas no eran para la nieve por lo cual estaba doblemente congelándose, apenas sentía sus tobillos, pero incluso con todo eso seguiría adelante. Ni loca regresaría con sus padres. Decidió entrar a una tienda, de esas que están abiertas la mayor parte del tiempo, al menos adentro estaba calentito, se acercó a una de las mesas sentándose en la silla haciendo una mueca de dolor, sus pies dolían, estaban helados y las botas le estaban maltratando, la joven suspiró quitándose el bolso colocándolo en la mesa, lo abrió escuchando su estómago rugir, tomó una manzana dándole un mordisco sin pensarlo, su cuerpo estaba temblando. El frío se estaba metiendo en sus huesos. — ¿JungSook? — ¿Sí? —levantó la cabeza encontrando un joven allí frente a ella—Disculpe, ¿Me conoce? — Claro que sí mocosa, por tu culpa mi hermana se preocupó y te dio cobijo en casa—acusó, el pelinegro de ojos rasgados no lucía precisamente contento, pero...bueno... — ¿Hermana? —frunció el ceño y entonces abrió sus ojos como platos— ¿Eres el hermano de Min Wheein? — Min YoonGi, sí—asintió con sus manos en los bolsillos del chaleco, vestía completamente de n***o resaltando su piel pálida— ¿Por qué te fuiste así esa mañana? Noona tenía en mente prepararte el desayuno. Claro, JungSook nunca lo vio cuando estuvo en esa casa y por eso no supo quién era. — Lo siento, yo...no quería molestarles—bajó la mirada—Me disculpo, señor Min. — Ya, oye, no me digas señor, mejor dime, ¿Qué haces aquí sola con este frío? ¿No deberías estar en casa? ¿De nuevo te golpearon? —ladeó su cabeza mirándola mejor—Tu ojo ha mejorado mucho. — Lo ha hecho—asintió. — ¿Estás sola de nuevo? —la joven asintió. YoonGi respiró profundo mirando la hora en su celular decidiéndose a actuar al final—Vamos—tomó su bolso sorprendiéndola. — ¿Qué? Pero... — Vine a comprar unas cosas—indicó sus bolsas—Wheein se alegrará de verte así que vamos, te quedarás en casa y esta vez si llegas a irte como si nada te buscaré hasta encontrarte. ¿Me entiendes, mocosa? — Pero ahjussi... — Tampoco me digas así—reprochó—Mueve tu trasero y sígueme. "Que sujeto tan...agradable"                                                                                                   ♠♠♠   — ¡Maldita sea! ¡¿Cómo pudo irse en nuestras narices?!—JungKook no estaba nada contento. Su voz se escuchaba en la casa totalmente molesto. — No debe haber ido muy lejos, podemos intentar seguir su olor... — Tae, no somos perros—Nam lo interrumpió. No podían creer que JungSook se había ido sin más, en un descuido se había ido—JungKook, ¿Crees que nos haya escuchado esta mañana? — Ella estaba durmiendo...—entonces lo consideró y rodeó los ojos— ¡j***r! —golpeó la pared—Malinterpretó todo, no sé qué le haya dicho su cabeza, pero está mal, aun así, ¿Cómo pudo irse en un momento así? — No te preocupes, la encontraremos—Tae fue al perchero colocándose su chaleco n***o—Saldré a revisar. — Voy contigo—Nam se levantó del sillón—Revisemos por separado, cualquier noticia, llamaremos al otro. JungKook los vio irse intentando calmarse, pero quería golpearse el mismo, recogió su chaqueta de cuero colocándosela junto a su bufanda, lamentaba que Sook no tenía celular, sus abuelos nunca le compraron uno con la excusa de que no lo necesitaba, si llegaba a conseguirla le compraría uno sin dudarlo. Decidido a salir de casa escuchó el sonido de una puerta que le hizo detenerse con su mano en el pomo de la puerta principal. Miró hacia las escaleras con el rostro serio, fue a ellas encontrando abierta la puerta del pequeño closet de los escalones, tenían todas las cosas de limpieza allí. Encendió la pequeña luz sin encontrar nada extraño volviendo a cerrarla, fue hasta la sala listo para irse, pero... — Jeon JungKook—se detuvo a pasos de la puerta al escuchar su nombre. Se giró despacio sobre sus talones sin esperar encontrarlo allí, aquel hombre de cabello un poco canoso y algunas arrugas en su rostro estaba sentado en el sofá como si nada mirándole con una sonrisa sarcástica—Vaya, realmente comenzaré a creer que eres inmortal. Y ciertamente lo era. — ¿Me seguiste? — No te seguí, tú solo te expusiste al ir a mi casa por la noche—se levantó— ¿No te alegra volver a verme? Porque yo realmente no estoy contento con verte aquí de pie después de tantos años. JungKook gruñó tensando su mandíbula. — Usted provocó ese accidente hace veinte años, ¿No es así? —lo miró de pies a cabeza—Usted manipuló la moto que tenía en ese entonces, sabía que su hija y yo teníamos planes... — Mi hija no tenía planes contigo, muchacho—fue acercándose peligrosamente—Te advertí que te alejaras de ella, pero no me hiciste caso, creyeron que podían burlarse de nosotros, pero no fue así—sonrió con malicia—Dime JungKook, ¿Dónde estuviste cuando Sook se enteró que estaba embarazada? — Usted responda esa pregunta—no se quedó callado manteniendo la frente en alto—Usted me dio por muerto. — Ella también lo hizo y me alegré que sufriera por ello. — ¡Maldito hijo de...! —iba a estamparlo contra la pared, pero el señor Im fue más rápido imitando su movimiento tomándolo del cuello fuertemente, sus ojos oscuros lanzaban cuchillas invisibles al muchacho. — Sook jamás debió conocerte, fue tan estúpida como tú de seguir el juego de ser una pareja feliz—bufó—La noche de tu accidente, ella tenía en mente confesarte que estaba embarazada, la pobre lloró tanto por el padre de su bebé, responde JungKook, ¿No te lo advertí varias veces? — Sook merecía ser feliz, usted y su esposa la maltrataban todo el tiempo—apartó su mano—Querían tenerla encerrada por el resto de su vida—y añadió—Justo como JungSook. — Esa mocosa, cierto—chasqueó la lengua. Golpeó su cabeza contra la pared y Kook cayó al suelo aturdido tocando su frente, el señor Im se acercó a la chimenea tomando uno de los palos delgados de fierro con los cuales solía atizar el fuego, se acercó a JungKook quien lograba levantarse, en el último minuto evitó un golpe del tipo esquivándolo— ¿Dónde está JungSook? — No te lo diré—sonrió negando con la cabeza esquivando otro ataque. — ¿Dónde está esa mocosa? — No voy a dejar que se lleve a mi hija. — ¿Tu hija? —se echó a reír sin dejar de acercarse— ¿La has criado acaso? ¿Le has dado un techo y comida? — Usted no es su padre, no es su familia, es un monstruo—retrocedió—Un asesino—recordó lo que vio esa tarde en la casa—Usted y su esposa son vampiros—eso lo sorprendió—No dejaré que JungSook se quede con ustedes, si hablamos de criar, no tiene derecho a hacerlo, al menos yo sí pude darle a su hija lo que realmente necesitaba, amor, cariño, comprensión... El señor Im intentó a****r alcanzando a JungKook por poco, atrapó al chico teniéndolo muy cerca del fuego, lo tomó de la nuca obligándolo a arrodillarse con su cabeza a poca distancia del fuego y.…todos saben que el fuego no es bueno para los vampiros. — No soy el único vampiro aquí—sonrió—Han pasado veinte años, ¿Piensas explicarle a JungSook la razón del porque su padre luce como de su edad? —JungKook intentó quitar su mano de su nuca, pero el agarre incrementaba y el fuego se acercaba más, hacía fuerza opuesta con sus brazos—Dime JungKook, ¿Quién señala a quién? Ahora dime, ¿Dónde está JungSook? — Púdrete. — ¿Dónde está JungSook? — ¿Enserio crees que te lo diré? —bufó—Tendrías que matarme antes de que eso pase. — Bueno—y tomando de su cabello para verlo arder hasta convertirse en cenizas, el señor Im se detuvo cuando escuchó una voz masculina. — ¡Detente! —JungKook supo quién era, el hombre volteó a ver reconociéndolo a pesar de haber pasado tanto tiempo, soltó al pelinegro sorprendiéndose ante esa silueta y claramente dijo su nombre. — ¿NamJoon?
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