Capítulo 7

1410 Palabras
                                                                                          Capítulo 7 El rostro de JungSook dejaba ver lo mucho que esos parches para el dolor estaban funcionando en su espalda, SeokJin había ido de nuevo para colocárselos en zonas específicas de ésta y j***r, como dolía. La chica tenía su camisa levantada mientras estaba acostada boca abajo en la cama, cuando terminó de colocar el último tenía en total siete parches allí haciendo su trabajo para reducir su dolor. — Esto calmará un poco el malestar—explicó bajando su camisa con cuidado—Esperaremos un poco a que haga su función—notó que la chica intentaba soportarlo y sonrió un poco apartando el cabello de su cuello— ¿Todo bien? — ¿Es normal que duela? —tenía su ceño fruncido. — Lo es—asintió— ¿Quieres que hablemos para pasar el tiempo? —la chica asintió—De acuerdo, ¿Alguna pregunta que quieras hacerme? JungSook lo miró pensativa por unos minutos. — ¿Cómo es que eres tan joven y eres doctor? —aquello le hizo sonreír divertido— ¿Todos son tan guapos como usted? — No, no todos, mis compañeros son realmente horribles—bromeó— ¿Cuántos años crees que tengo? — ¿Veintidós? — Vaya—abrió sus ojos de más—Me siento alagado, pero no, tengo veintiséis... — ¡Oh! No lo aparenta, doctor Kim. —Tengo secretos—guiñó el ojo bromeando. — Dijo que vivió con los chicos cuando estuvo en la universidad—recordó— ¿Por qué dejó de hacerlo? SeokJin suspiró sentándose mejor en la cama manteniéndose a su lado. —Cuando me gradué tenía algo ahorrado de los trabajos que tuve, le comenté a NamJoon sobre vivir por mi cuenta y él aceptó—se encogió de hombros—Simplemente necesitaba mi espacio, pero en el tiempo que viví con los chicos me divertí a montón. — NamJoon es muy bueno—sonrió de lado—Anoche cuando rompí un jarrón por accidente creí que iba a golpearme, pero no lo hizo. Mientras tanto, en la sala se encontraban JungKook, TaeHyung y NamJoon escuchando atentamente al mayor. Tae abrió sus ojos como platos abrazando el cojín. — ¿Enserio creyó que ibas a golpearla? —el peliazul se sintió tan mal por Sook—Pobrecita, está tan acostumbrada a los maltratos que cree que también la trataremos igual. — Lo sé, también pensé lo mismo—hizo una mueca—Cuando lo dijo me sentí mal por ella—suspiró— ¿Crees que sus abuelos sepan que está aquí? — No lo creo, lo sé—respondió JungKook—Pero sé que no dudarán de mí, creen que estoy muerto—bufó. — ¿Realmente son vampiros? —Nam miraba al menor. — Hyung, sé lo que vi, el señor Im estaba bebiendo la sangre de esa mujer—señaló— ¿Acaso es normal hacer eso? —levantó una de sus cejas—No sé cómo pasó, ¿De acuerdo? Pero lo que sí sé es que JungSook ha soportado demasiado allí—TaeHyung asintió estando de acuerdo con él. — Es extraño, ¿Por qué maltratarla y no beber su sangre directamente? —Nam frunció el ceño. — Los padres de Sook son vengativos, morbosos y.…macabros, claramente pudieron rechazar la responsabilidad de cargar con JungSook, pero lo hicieron por venganza a su madre—su rostro era serio—Y te aseguro que le colocaron ese nombre para burlarse de mí creyendo que estoy muerto. — No será fácil deshacernos de ellos—Tae había susurrado. Los tres sabían que nada sería fácil con esa pareja. Cuando SeokJin y JungSook aparecieron en la sala no dudaron en acercarse para saber cómo estaba, pero al tener tantos golpes en su espalda serían por secciones aquellos parches, Sook no dudó en agradecerle por lo que estaba haciendo y lo vio irse con NamJoon quien lo acompañó a la puerta. Afuera, la nieve estaba amontonada en el suelo, SeokJin si podía sentir el frío, pero para Nam era casi igual, se abrigaba para aparentar. — ¿No te recuerda a alguien esa chica? —Jin se volteó a verlo. — Sé lo que vas a decir y sí, sé que es exactamente igual a mi caso—respiró profundo. — Tú eras igual a ella, Joonie. NamJoon sonrió apenas por ese apodo, metió sus manos en los bolsillos de su chaleco sabiendo que tenía razón. — Hace mucho de eso. — Sé que todavía lo recuerdas—se acercó hasta depositar un beso en su mejilla—No finjas conmigo.                                                                                     Hace veinte años   La joven pareja veía las olas del mar golpear las rocas con fuerza, el sol brillaba en lo alto del cielo azul, el chico la abrazaba por detrás y ella acariciaba sus manos. Estaban sentados en la arena. — Hoy le conté a mi madre sobre ti—comentó no muy contenta—Dijo que si mi padre lo descubría estaríamos en problemas. El chico suspiró sabiendo que sus padres no eran fáciles. — Estaremos bien. — JungKook—llamó—Si mi padre se entera de nuestra relación...no estará contento—lo miró por sobre el hombro— ¿Sabes cuánto le tuve que rogar para que me dejara ir a la universidad? — Tiene que aceptar que su hija se ha enamorado, es normal que pase—la abrazó más fuerte. — Con mis padres nada es normal—dejó salir un suspiro cansado. — Tu padre no nos separará. — ¿Lo prometes, JungKook? — Lo prometo.                                                                                              Presente   JungKook volvió a la realidad estando sentado en la orilla de la piscina, el agua era tibia al no estar en el exterior sino en el interior, no se percató de la chica que se sentó a su lado, JungSook lo había visto tan pensativo que decidió acercarse, JungKook estaba mojado por lo cual su ropa se aferraba a su cuerpo dejando ver lo fuerte que era. — ¿Estás bien? —preguntó sin evitarlo. — ¿Qué? —parpadeó varias veces encontrándose con la joven de cabello castaño claro, Sook sonrió apenada sonrojándose un poco. — Pregunté, ¿Estás bien? Parecías...pensativo. — No es nada—mintió moviendo sus piernas en el agua—Creí que estarías durmiendo. — No tengo sueño. Además, sería de mala educación que me la pasara durmiendo en una casa ajena, ¿No crees? JungKook negó con la cabeza frunciendo el ceño. — Esta es tu casa también. — No es adecuado que una chica viva con tantos hombres... — Créeme, ninguno de los chicos intentará nada contigo—algunas gotitas caían de su cabello. JungSook intentaba no verlo de más, pero era imposible, le daba curiosidad porque ella nunca había estado tan cerca de un hombre como en ese momento— ¿Cómo está tu espalda? —la miró. El ojo lastimado de Sook ya se abría por completo, pero seguía morado, su labio estaba roto pero curado, sus hematomas seguían por su cuerpo, por un tiempo quizás permanezcan allí. — Duele un poco menos—contestó—SeokJin es un excelente doctor, me gusta que hable conmigo, es muy lindo. JungKook sonrió inconscientemente al verla hacer lo mismo. — Eso es bueno. — ¿JungKook? — ¿Sí? — ¿Tienes familia? —quiso saber. El chico lentamente borró la sonrisa mirando al agua, respiró profundo algo tenso—No debes responderme si quieres, lo siento. Hubo un rato de silencio entre ambos, Sook metió sus manos en el agua sintiéndola tibia, JungKook miró ese gesto recordando a sus padres, recordando el dolor que pasaron con su supuesta muerte, técnicamente estaba muerto, pero de no haber sido por NamJoon...estaría peor. Nunca hubiera podido salvar a JungSook de sus abuelos. — Se suicidaron—contestó tomándola desprevenida. La chica le miró ante eso—Hace años tuve un accidente en la moto—comentó sin verla. Tuvo que manipular la verdad para que pudiera ser escuchada por ella-NamJoon me salvó. — ¿Y tus padres...? — Creyeron que había muerto en el accidente, mamá no soportó la pérdida de su único hijo y se disparó en la cabeza con el arma de papá—cerró sus ojos imaginando el sonido de esa bala—Los vecinos alertaron a la policía, para cuando llegaron mi padre intentaba socorrer inútilmente y.…creyeron que era culpable. — Pero...—Sook no se daba cuenta que había demasiadas cosas que no encajaban, la joven realmente les estaba creyendo a todos ellos— ¿La policía no se dio cuenta de las huellas en el arma? — Para cuando se dignaron a comprobar todo eso, mi padre se había ahorcado en la cárcel. — Lo siento, JungKook. "No mentiste realmente, ¿Sabes eso?" La voz de la conciencia del chico no le hizo sentir más tranquilo, tenía tantas ganas de decirle a esa chica la verdad, pero en ese momento no valía la pena. JungSook debía recuperarse para la gran verdad. Por ahora sólo quería disfrutar el tenerla cerca.
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