El silencio recorrió el lugar, con un olor inconfundible a pólvora y sangre, una masacre se presencio en el lugar, en lo que seria un fin de semana de descanso para los que estábamos en el hotel. Entre abrí los ojos, para ver cuerpos tirados en muchos puntos, no podía con el momento que estaba viviendo, sencillamente me quedé aun de rodillas en el suelo, con los ojos cerrados, llorando incesantemente, pensando en mamá y esperando ser rescatada. Sentí como me tomaban del brazo, pero su agarre era fuerte, por mi mente paso su rostro, anhelando oír su voz. - Vamos, debemos salir pronto, llegará la policía. No articulaba palabra, por más que quisiera hacerlo, mi cuerpo permanecía inmóvil y pesaba, tanto que no pudo levantarme sin tener que agacharse. Se acercó hasta mi rostro, y me

