Narra Alexander
A la mañana siguiente me despierto con el teléfono móvil sonando. Me incorporo en la cama, lo tomo de la mesilla de noche y contesto. La voz de Harold se oye inmediatamente.
—Lamento despertarlo, señor Black, pero Richard Lexington insiste en verlo.
Balanceo mis piernas sobre el borde de la cama y voy directo al baño, abro el grifo y observo cómo el agua fluye por el desagüe.
—¿Qué quiere?—pregunto, para nada impresionada con que alguien como él se atreva a visitarme en casa. Sobre todo porque la mujer que tengo aquí es exactamente el tipo de mujer que despierta su interés.
—Dijo que se trata de la reunión de principios de esta semana, señor.
Esa reunión no había ido nada bien. A través de mi investigación, descubrí que quiere usar mi tecnología para el tráfico s***
