Capitulo 14 Sus manos están pegadas a mi cara y sus pulgares recorren mis pecas para secar mis lágrimas. Sus ojos examinan mi rostro y de repente su cuerpo golpea el mío y sus fuertes brazos envuelven mi cuerpo, Él cierra la puerta de una patada y tenemos que retroceder hacia el estrecho apartamento sin romper el contacto, el calor de su cuerpo me calma, pero mis lágrimas siguen cayendo, nos balanceamos en el sofá y Miller se detiene usando sus antebrazos para no aplastarme bajo su peso, su cabeza descansa en mi cuello y su nariz contra mi cuello. —Llora Anto, tienes derecho, disculpa ... Pasamos unos minutos en nuestro c*****o, en esta burbuja silenciosa y reconfortante antes de que él levante la mirada y me besó la última lágrima que habían en mi mejilla, sus ojos se sumergen en los m

