El jardín, que momentos atrás se sentía como un refugio de paz, ahora se encuentra teñido por una sensación de incertidumbre. Sigo sosteniendo la caja entre mis manos, mis dedos recorriendo la superficie con un leve temblor apenas perceptible. La elegancia de la invitación no me tranquiliza; al contrario, me inquieta aún más. Los vampiros no envían invitaciones sin un propósito. No organizan eventos sin una razón de peso. Y definitivamente, no convocan a los de nuestra r**a a sus territorios sin que haya algo más oculto detrás de la aparente cortesía. Mi mirada se oscurece mientras repaso el contenido del mensaje una vez más. "El actual rey vampiro lo invita a usted: Alpha Juan Moon de 'Claro de Luna'..." El título no es un error ni una formalidad vacía. Me han llamado Alpha, reconocie

