Capítulo 2
Los días han pasado, no hemos vuelto a recibir otro sobre, lo cual está bien para mí… supongo… Es que, yo de verdad no quiero volver a relacionarme con ninguno de ellos, trato de evitarlos lo más pasible. El hecho de que sean los hijos de los mejores amigos y socios de mis padres, lo vuelve algo difícil ¡Pero no imposible! Y no tengo ninguna intención de volver a hablarles y dudo mucho que ellos la tengan conmigo. No hemos vuelto a hablar en años ¡Años! Y tal como recordó Jade, todo comenzó cuando Jin dejó de hablarnos ¡A todos! Porque también dejó de hablarle a Samuel, Holly y Jasper ¡Como sea! ¡Me da igual! No sé qué pretende el que puso el sobre en mi casillero, ni siquiera sé si pretende algo o fue un simple detalle por ser mi “Primer día de escuela”, aunque eso lo vuelve aún más aterrador. Lo único que sé es que pudo haber sido cualquiera de los otros cuatro ¡Cualquiera! Aunque desde ya podría descartar a Raymond… incluso a Holly, aunque pensar en ellos hace que la idea de que quizá esto pueda ser solo una forma de burlarse de mí.
- Me estoy aburriendo
Se lamenta Jade, recostándose en la cama. Estamos en su casa en los Hampton, hoy es el aniversario de tía Tabatha y tío Chris, y los padres de Jade ofrecieron su casa para la ocasión, lastimosamente la casa venía con nosotras incluidas, aunque no quisiéramos. Me recuesto a su lado con la laptop entre las piernas, estoy enfrascada en una escena importante de mi novela y la música del primer piso no me deja concentrarme.
- ¿Preferirías estar abajo bailando?
Pregunto, Jade me lanza un peluche al rostro.
- No – se endereza – Aunque podríamos ir a la cocina a asaltar lo que sea que tu mamá haya traído
- Como cincuenta cajas de pastelitos
Le informo, veo el agua caer de la boca de mi prima.
- Y tío Charles trajo el pastel, es enorme
- Ya sabes cómo son los tíos, no pueden vivir sin ser exagerados
- Dios… ya me está rugiendo el estómago
- Bueno… podrimos bajar e ir a las cocinas
- Ummm… me estás tentando “Mermelada”
- Pues vamos, a mí también ya me dio hambre – dejo la laptop a un lado – Y podríamos aprovechar en ir a la piscina
- Jelly, son las nueve de la noche y no trajimos ropa de baño ¿A qué iríamos a la piscina?
- A relajarnos
Me encojo de hombros.
- De acuerdo, me convenciste – nos levantamos de la cama – Además, es mi casa, puedo hacer lo que se me dé la gana
Salimos de la habitación y bajamos por las escaleras. Desde hace años, incluso si es nuestro propio cumpleaños, Jade y yo nos encerramos en la habitación a ver películas o jugar algún video juego. No tenemos ningún amigo, salvo la otra, por la que no hay ningún motivo para “Convivir con los invitados”, sobre todo porque siempre son los mismos, nuestros tíos. Antes ellos solían venir con sus hijos, pero entonces Jin comenzó a tener entrenamientos de porristas, Jasper y Holly eventos de comics, Samuel no sé qué hacía, y lentamente comenzaron a llenar sus agendas para cuando fuesen nuestros cumpleaños. Nosotras hicimos lo mismo, inventando cualquier cosa para no ir a sus cumpleaños, para no tener que ir a ningún evento familiar que no sea estrictamente en nuestras casas, como ahora.
Llegamos al primer piso. La enorme sala ha sido decorada, hay una pista de baile con muchas personas divirtiéndose en ellas, mesas decoradas por todas partes, meseros con charolas, y un enorme pastel. Siempre lo voy a decir, el tío Charles nació con un don de los dioses, ese hombre decora con el alma ¡No! Mi tío no decora pasteles, hace obras de arte con ellos. Cuando veo las enormes esculturas que hacen, me doy cuenta de la razón por la cual “Dulces y Caramelos” consiguió éxito tan rápido ¡Quién diría que fue rescatado por dos adolescentes de diecisiete años!
Siento el tirón de la mano de Jade, la miro, me señala algo con un movimiento de la cabeza ¡No puede ser! ¡Por los Ponys! ¡¿Qué diantres hacen ellos aquí?! Holly y Jasper están en una de las mesas, cada uno tiene un cubo de rubik y un cronómetro ¡Rayos! Ya se me quitaron las ganas de comer algo, su presencia hace que se me revuelva el estómago. Veo a mi prima, ella tampoco parece feliz con la presencia de esos dos.
Sacuda la cabeza y me encojo de hombros, no tenemos que relacionarnos con ellos si no queremos ¡Y de hecho que no queremos! Retomamos el camino a las cocinas. No voy a dejar que me arruinen la noche, su presencia no debe de significar nada para mí, como a Jade, para ella es obvio que no importa ¿Y por qué tendrían que importarme? Hace años que no hablamos ¡Y por estúpidas razones! En fin, no voy a seguir pensando en eso o no podré disfrutar de las delicias que mi madre preparó para esta noche. Jade empuja la puerta…
- ¡Cuidado!
Oigo gritar. Hago una mueca y escucho a mi prima maldecir, acaba de derribar a un camarero y ahora hay canapés regados por todo el suelo de la cocina. Mierda…
- ¡Por Ponilandia! – exclama mi prima – Perdón, yo…
- ¡¿Qué demonios creen que hacen?!
Pregunta una voz, maldigo para mis adentros.
- Jin…
Jade mira fijamente a la alta chica enfundada en un vestido rosa.
- ¡¿Son tontas o qué?! – nos fulmina con la mirada, siento mi estómago encogerse - ¡¿Qué diantres quieren?! ¡¿Por qué entraron?!
- Nosotras…
Intento decir.
- Es mi casa, Jin – contesta Jade – Puedo ir a donde se me antoje
- Puede que sea tu casa, Jade – ambas chicas se miran con enojo – Pero tus padres se la prestaron a los míos para su fiesta – mi prima aprieta los puños – Y ahora por su estupidez de ambas, una bandeja entera de canapés se ha desperdiciado – me mira – Tía Susan se esforzó mucho en esta fiesta como para que dos idiotas vengan a arruinarlo
- No es necesario que nos hables así
Intento decir, pero parece que no me presta atención.
- ¡Ya váyanse! – nos ordena - ¡Antes de que hagan un mayor estropicio! – no nos movemos - ¡Largo!
- Vine por un canapé y no me iré sin él
Se enfrenta mi prima.
- Espera como los demás – Jin se le acerca – No queremos que comas en exceso, Jade… ¿O sí?
- Jin…
Advierto.
- Cierto… qué importe cuanto tragues, todo lo solucionas vomitando
- ¡Eso fue todo! – grita Jade - ¡Eres una perra malnacida!
- ¡Jade! ¡No!
Detengo a mi prima, acaba de coger una cuchara embarrada en chocolate.
- A ver, tócame si te creer tan valiente, me conviene, tío Jordan tendrá que pagarme el vestido y el peinado
- Eres despreciable Jin – suelto – Vámonos Jade…
Llevo a mi prima lejos de la cocina ¡¿Qué le hemos hecho a ella para que nos odie tanto?! Es decir, ella dejó de hablarnos, no nosotros a ella, y que yo recuerde, jamás ocurrió algo como para que ella se enfadase con nosotras ¿O sí? Tal vez no recuerdo bien las cosas. En fin… supongo que ahora sí se arruinó la noche y no por Holly y Jasper.
- ¡¿Quién se cree que es esa perra?! – grita Jade, cerrando la puerta de su habitación de un portazo - ¡Le voy a exigir a mi padre que nunca más preste la casa para fiestas que no sean la mía!
- Ya… calma – le doy unas palmaditas en la espalda – Además, en parte tenía razón – Jade me mira con una ceja alzada – Hicimos que se desperdiciara toda una charola de canapés
- ¡¿Y eso qué Jelly Cookie?! – abro al máximo mis ojos, ella nunca me llama de esa forma – Nada justifica que ella nos trate así ¡Nada!
- En eso concuerdo – me cruzo de brazos – Porque… ¡Ella nos dejó de hablar cuando éramos niñas! ¡A todos! – la miro – Pero siento que solo a nosotras nos trata con tanto desprecio
- Ni idea…
- ¿Alguna vez nos peleamos luego de que ella dejase de hablarnos?
- No lo recuerdo… - Jade frunce el entrecejo – Tampoco me importa
- Es que… cuando éramos pequeñas, ella era nuestra amiga, muy amiga nuestra – me recuesto en la cama – Era la mayor, pero amaba estar con nosotros…
- Lo sé…
- ¿Qué pasó entonces?
- Ni idea y no me importa
Vuelve a contestar mi prima.
- Bueno…
- ¿Por qué tanto interés de pronto?
- No sé… - miro a mi prima – Supongo que es por lo de la foto que encontramos… - me encojo de hombros – Solíamos ser tan amigos y ahora ya no
- Bueno, Mermelada, ya pasaron muchos años, seis para ser exactos – me mira, abrazado sus rodillas – La vida sigue y debemos de avanzar junto a ella
- Lo sé…
- En fin… - miro el techo – Ah… y yo que tenía tanta hambre – llevo mis manos a mi abdomen - ¿Crees que, si le mando un mensaje a mi mamá, nos traigan un poco de comida? – frunzo el ceño – No, lo más seguro es que no, debe de estar bailando con papá y con tanto ruido no creo que escuche el teléfono… - suelto un lamento – Rayos… ¿Por qué tuvimos que derribar a un camarero? – me río – Ahora podríamos tener algo que comer de no ser por él… - miro a mi prima, está mirando fijamente hacia la puerta - ¿Jade?
- ¿Qué es eso…?
Pregunta, señalando con su dedo un punto en el suelo.
- ¿Qué cosa?
- Eso – Jade se levanta y camina hacia el objeto – Es…
- No puede ser… - me levanto de un salto - ¿Otro sobre?
- Sí – contesta – Tiene un “Dos” en él
- Wow… - la miro - ¿En qué momento lo dejaron?
- Ni idea… - miro el sobre – Pero… ¿Quién pudo ser?
- Todos están aquí – contesto, ella asiente – Cualquiera pudo haber sido
- Hay que abrirlo – Jade abre el pequeño – Es… otro polaroid – me veo a mí misma de cinco años, sosteniendo unas flores junto a otros seis niños – No puede ser… - Jade le da la vuelta – Boda de Jin y Raymond… - se ríe – Me acuerdo de este día…
- ¿En serio?
- Sí – se ríe – Estábamos jugando a que Jin y Raymond se casaban – vuelve a reír – Dios… arrancamos las flores de tu jardín
- No lo recuerdo
Vuelvo a mirar la foto.
- Esta foto la tomó tía Lucy
Nos miramos.
- ¿Holly? – frunzo el entrecejo, Jade solo se encoge de hombros – Dudo mucho que ella sea la que nos esté mandando estas fotos… ¿Con qué motivo lo querría hacer?
- ¿Molestarnos?
- ¿A este punto? – lanzo el polaroid a la cama – No tiene sentido
- Tienes razón, ella no se daría tantas molestias
- Además de que se le veía muy entretenida con Jasper…
Hago una mueca, Jade sonríe.
- ¿Por qué estarán haciendo esto? – mi prima vuelve a sostener la foto – Porque… tenía razón, iba a haber más fotos, o sea que en algún momento llegará la foto número tres – me mira - ¿Por qué?
- No sé – miro el polaroid - ¿Crees que los demás estén recibiendo estas fotos?
- No lo sé…
- Deberíamos de intentar averiguarlo…
- ¿Por qué?
Jade me mira con una ceja alzada.
- Porque quien no esté recibiendo estos polaroids… - lo sostengo – Es quien los está mandado…