—¿Pero qué carajos te pasa, Jena? —Dakota extiende los brazos en vista del desastre que su amiga había ocasionado, hace amago de recoger los trozos del plato destrozado. —¿Hablaste con Alan? —Pregunta una Jena atónita. —¡¿Alan?! —Estupefacta la castaña se detiene a medio camino —. ¿Dijiste Alan? —Vuelve a ponerse en pie para observar a su amiga con ojos de sorpresa. Jena, traga saliva, sin querer había soltado el nombre de Alan, pero todo fue por la impresión de la noticia que Dakota le había dado. La rubia pestañea, regresando a la realidad, rápidamente se agacha para recoger los trozos de vidrios pensando que decirle a su amiga. —¿Sabías cuál era el nombre del hombre del aeropuerto? —No, bueno yo… —Muerde sus labios, entre tanto recogía las cosas del piso. —¿Desde cuándo lo sabes?

