Preparando al Consorte Damian dejó escapar un silbido bajo cuando entró en el baño. La inmensidad del lugar lo hizo parpadear, como si su mente no pudiera procesarlo todo de inmediato. Mármol n***o con vetas doradas cubría el suelo y las paredes, reflejando la tenue luz de los candelabros. Una bañera enorme de piedra oscura, lo suficientemente grande como para sumergir a varias personas, ocupaba el centro de la estancia. Vapor perfumado se elevaba en espirales perezosas desde la superficie del agua caliente, llenando el aire con un aroma embriagador de rosas y especias exóticas. Damian se pasó una mano por el cabello húmedo y dejó escapar una carcajada incrédula. - ¿Qué carajo? ¿Este es el baño de Alessia? A su lado, Aria soltó una risa divertida y se apoyó contra el marco de la puerta

