El cuerpo de Seay se estremeció. Estaba tan cerca. Asintió. "P-por favor, mamá. Sí. ¿Por favor?" "¿Quieres que mami también se corra, Seay? ¿Quieres que mami se corra sobre ti? ¿Quieres hacerme sentir bien?" Él asintió más y más rápido. "¿Quieres sentir el coño de tu mamá desquiciarse con tu polla?", jadeó, con la respiración caliente y pesada. "¿Quieres que mi palabra con p se corra y te corra encima, nena?" La cara de Seay se estaba poniendo morada, su mandíbula estaba rígida y su cuello tenso. —Joder, me encanta cuánto te gusta mi coño, cariño —gruñó mamá—. Te quiero muchísimo, cariño. Seay jadeó. No lo sabía, pero mamá llevaba un rato excitada. Su coño se contrajo y se liberó. Seay sintió los músculos de la v****a de mamá trabajando, apretándose. Sintió su cuerpo calentarse, sint

