Aurora pareció apaciguarse. "Sí, vale. Sigue siendo raro ponerme un sostén húmedo porque alguien se puso cachondo encima."
"Lo siento", ronroneó Izzy, sin parecer en lo más mínimo arrepentido.
—Uf, ahora no encuentro mis bragas —se quejó Celeste—. ¿Por qué hay ropa por todas partes?
Riker se abstuvo de señalar que no había habido ropa por todas partes hasta esta tarde, y que la unión de cinco adolescentes excitados era la culpable del desastre actual. Vio las bragas de Celeste y las recogió.
—Toma —dijo con una sonrisa traviesa—. Deja que te ayude.
Celeste puso los ojos en blanco, pero dejó que Riker le sujetara las bragas mientras se las ponía. El acto puso su coño directamente en su cara por un instante, y él aprovechó para besarla rápidamente, justo por encima de su raja. Celeste j
