"¿Vas a reventar?" ella se rió. —¡T-tal vez! —advirtió—. Si no... "Pero hermano", lo provocó, "¡no manches mi palabra con p con tu semen!" "TRACE, NO estoy bromeando. Si... si... si sigues..." "¡HN!" resopló y empezó a corcovear cada vez con más fuerza. Soltó sus manos —que seguían pegadas a sus pechos— para poder concentrar su peso y machacarse la polla de su hermano. "JODERJODERJODER - ¿QUIERES que -?" "¡Nada de pensamientos!", jadeó. "¡Solo semen!" "Pero yo... yo pensé que estábamos ha-hablando de -?" "Seay", dijo de repente en voz baja y seria. Casi con su voz habitual. "Te voy a meter dentro de mí ahora mismo". "Oh", tragó saliva. "¿Si?" Ella le levantó una ceja. Él asintió. Hubo un ritmo extraño cuando se separó de él un segundo, metió la mano entre ellos y colocó su pene

