La movió violentamente separando sus piernas y empujó el m*****o lentamente. De manera instintiva Yaina acomodó las caderas para facilitarle el camino, pero ni su líquido escurriendo fue suficiente para recibirlo. Contrajo los músculos y se aferró a las sábanas bajo ella. Estaba nerviosa y eso lo podía hacer más doloroso. Si escuchara su solicitud, pensó Kairon, le haría daño en un momento de intimidad, afecto y consideración donde no había experiencia previa ni física ni emocionalmente. La vio temblar momentáneamente contra su m*****o en su entrada mientras se erguía para abrazarlo del cuello dejando escapar un gemido entre placer y dolor.
- Puede que te duela un poco, pero sólo será esta vez. Ten paciencia - Yaina asintió mordiendo el labio inferior.
Kairon cerró los ojos concentrándos
