Yildiz Los días han pasado tan rápido que en cuestión de minutos me convertiré en la esposa de Leonid Romanov, me miro al espejo mientras la maquillista termina de arreglarme, cuando esta por darme el toque final entra Gala corriendo de aquí para allá, bastante emocionada porque ha conocido a sus abuelitos Mellea y Domenico, quienes ya están al tanto de la verdad sobre Gala y han prometido no decirle nada al respecto. —¡Mami! Te ves helmosa. —Luego se sienta a mi lado y observa detenidamente como me ponen el velo. —Gracias cariño, tú también te ves hermosa. —Gala tiene razón te ves hermosa mi ángel. —Comenta mi padre con lágrimas en sus ojos. —¡Papá! ¡Mamá! —Me levanto y me dejo abrazar por mis padres. —Vamos ya es hora y me parece que si llegas tarde Leonid es capaz de subir por ti.

