—Piénselo es una oferta que no puede despreciar, así como así, además de que igual y podría calentar mi cama de vez en cuando. —Lance estas últimas palabras sin dudarlo ni un segundo, desde el incidente en mi casa no he dejado de pensar en esta mujer, quien se inmiscuye en mis sueños constantemente y si le dijera lo que he soñado con ella es capaz de renunciar en este momento. Sin siquiera poder evitarlo, siento como su mano se estampa contra mi mejilla volteándome el rostro y dejándome un pequeño escozor en esta, cuando vuelvo la mirada a mi asistente esta tan furiosa que pareciera que está a punto de echar chispas por los ojos. —¿Cómo se atreve a proponerme algo tan indecente como eso? Es un maldito degenerado, por muy buena que sea la paga yo renuncio, no pienso ser la amante de ningú

