Yildiz Los siguientes meses los paso realmente aburrida en casa sin poder hacer nada, dado que Leonid ha dado instrucciones de que no me dejen hacer ningún esfuerzo y como hoy estoy bastante fastidiada de todo esto, le pido a Iván que me lleve hasta la empresa una vez en ella saludo a Galina una señora de 45 años la cual es la nueva asistente de mi esposo, sin mencionar que yo misma la escogí. —¡Buenas tardes, Galina! ¿Está ocupado mi esposo? —¡Buenas tardes, señora! No, está revisando unos documentos importantes, en un momento le informo que está aquí. —No es necesario, quiero darle una sorpresa. —Esta solo asiente y me deja pasar. En cuanto la puerta se abre, Leonid levanta la cabeza listo para regañar a su asistente por entrar sin su permiso. —No necesito permiso para venir a ver

