SEGUIR ADELANTE

1268 Palabras

Cuando salgo corriendo sin saber a dónde ir choco con un hombre, el cual al verme sumamente alterada y llorando desconsoladamente, me invita un café para que pueda tranquilizarme y de esta forma no me ocurra ningún accidente, paso por lo menos una hora platicando con él y cuando nos despedimos, mi corazón se vuelve a estrujar debido a la tristeza que me embarga al darme cuenta de que para Leonid únicamente fui un pasatiempo. Tomó un taxi y le doy la dirección de Mike, en este momento necesito de su protección, cuando llegó al departamento de mi amigo, este me abre la puerta un tanto confundido, parece que no esperaba a nadie, pero cuando me ve llorar como nunca en mi vida se abalanza sobre mí y me empuja dentro para guiarme hasta el sofá. —¿Yil qué te pasa? ¿Te hicieron algo? —Me abrazo

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR