- La mayoría de sus núcleos de vida se encuentran en perfecto estado. – Sus palabras fueron interrumpidas por la Emperatriz quien se levanto de su asiento con ayuda del joven de ojos avellana. – Debería quedarse sentada, Su Majestad. - Aclara mejor el estado de mis núcleos vitales. – La joven de cabello rizado ordeno de manera severa con una mirada gélida. Sirius llevo una mano hasta sus labios para cubrir la sonrisa que deseaba hacerse más evidente sobre sus labios, aunque varios años hubieran trascurrido continuaba siendo aquella mujer rebelde que detestaba que le dieran ordenes, aquella mujer que conoció hace varios años atrás, no había cambiado demasiado su manera de ser. - El núcleo Anahata. – El joven señalo con su mano derecha el centro de su pecho para que todos pudieran compren

