Cuando la luz volvió a entrar por las ventanas, el castillo se puso en marcha, las cocinas se encendieron para preparar el desayuno y la mesa se puso. Todo se puso en marcha para otro día más. Elnath ya estaba despierto para ese entonces, entrenando, Alnair seguía batallando con sus sueños y aunque la luz entrara por su ventana, nada le despertaba. Lyra aunque estaba despierta, seguía en la cama, mirando al techo y pensado en la batalla. La habían perdido, y se sentía culpable de ello, jamás tuvo que lidiar con ser la menos fuerte, jamás tuvo que lidiar con que su cuerpo humano, pudiera afectar a una misión, aunque era débil, jamás fue la más débil y ese sentimiento de impotencia, de fragilidad la atormentaba. Lyra se levanto de la cama, y se acerco al espejo que tenía en la habitación

