Ariana Se me bajo todo, incluso creo que hasta la presión llegó por el suelo, al escuchar a Fernando entrar a la habitación de Camilo. —No te asustes, yo arreglo esto, espérame aquí —dijo Camilo dejando un suave beso en mis labios. Lo vi salir por la puerta al igual que mi alma, mis manos empezaron a temblar al igual que todo mi cuerpo, era obvio que era cuestión de segundos que Fernando se diera cuenta de mi traición... porque eso era, una traición. Mientras Camilo entretenía a Fernando, yo salí de la ducha y busqué algo que ponerme, «Por Dios Ariana, aquí no tengo nada mío». Lo primero que vi fue una camisa blanca, es obvio que es de Camilo, la verdad era eso o nada, o dejar que Fernando me vea como mi dios me trajo al mundo. Camine de lado a lado, por poco y abro un hueco en la m

