(28) Las semanas pasaron como el agua. Justin me había enamorado por completo, ya que no solo había cambiado la casa en donde estaríamos viviendo, si no que también había cambiado los ideales que su madre, tenía para nuestra boda. Este día tenía el día libre, así que me quede en casa, junto con la madre de Justin, para poder ver los últimos toques de la boda. -¿Estas segura que quieres que la boda sea en nuestra vieja casa, en los Hamptons? -Me pregunta la mujer rubia y de ojos azules, mientras que la idea de los mejores jardines de Nueva York, ya no era una opción. -Creo que es el lugar perfecto. -Le contesté emocionada. -Es el lugar más elegante que he visto, y supongo que estaré más cómoda, si festejamos nuestra boda en uno de los jardines del lugar. -La madre de Justin solo hace al

