Marcos Nos despertamos temprano para regresar a casa, Melissa tenía una mirada un poco vacía en sus ojos, es difícil cuando nos importa tanto una persona, cualquier pequeño cambio se nota. – Oye, ¿está todo bien? – pregunté cuando ya no pude más. – Estoy bien, sí, en realidad estoy bien, el problema es que no quería volver, ya sabes, toda esa locura, la gente... estar en un lugar donde nadie nos conoce es bueno. Sin juicios, sin que nadie intente hacernos daño. Tenía razón, siendo anónimo o al menos casi, todavía nos molestaron el último día, pero el resto del viaje fue perfecto. El viaje de regreso fue largo, pero también fue muy agradable estar de regreso en nuestro departamento, nuestra casa… aunque debo admitir que no tengo la intención de quedarme aquí, para los dos es perfecto,

