Vanko ingresa a su cocina con la camisa a medio colocar y un rodete desarmado en su cabello.
Encontrándose con Adrik y una asistente de cocina preparando el desayuno para los tres.
—¿Sigue dormida?— Cuestiona su amigo apenas lo ve.
Vanko asiente tomando asiento en una de las banquetas. —Si...— Murmura pasando ambas manos por su cabello.
Estaba realmente con un gran insomnio y con mucho sueño... Sí bien había sido increíble dormir abrazado a la rubia, su cabeza no había parado ni un segundo de pensar...
Le había admitido muchos de sus más grandes miedos y por otro lado los más grandes deseos de compartir con ella.
Y eso probablemente lo dejaba en un lugar mucho más débil, de lo que él quería parecer junto a su mujer.
—¿Estás bien?— Indaga cuando la asistente de cocina se retira para
