Él estaba de espaldas a la puerta con las manos en la mesa, con la cabeza baja. La botella estaba en medio de sus manos junto a un vaso. El resto de la oficina estaba en caos, todo fuera de lugar, parecía que un huracán hubiera pasado por allí. Cosas rotas por todas partes.
De repente se voltea y me mira, sus ojos reflejan toda la tristeza que siente. Siento un impulso sorprendente de abrazarlo y mantenerlo seguro, pero no me muevo, simplemente lo observo. Su expresión cambia de tristeza a rabia.
—¿Todo el mundo decidió entrar en esta m***da de oficina ahora? ¿Qué haces aquí? —Él voltea la botella llenando su vaso hasta la mitad, se lo bebe de un solo trago.
Su apariencia es horrible, como si hubiera estado llorando. La mano que sostiene la botella parece estar cortada, su semblante es
