Toboada empezó a preparar todo para un ritual del despertar mágico, había decidido que lo mejor sería comenzar desde cero, completamente desde cero.
Ya sabía que tenía magia en él y estaba seguro que era magia de viento, pero Qamar seguía sin poder realizar hechizos simples y cuando lograba realizar alguno el resultado era bastante débil y el lycan terminaba demasiado cansado.
Lo curioso era que no había tenido ningún ataque mágico, al menos ninguno grave, se había desmayado un par de veces y Toboada había tenido que aguantar la reprimenda de Lyricka, pero nada grave le había ocurrido a Qamar.
Tuvieron que esperar hasta la media noche, la hora en que Qamar nació para realizar el ritual, el día era fundamental, pero ya que Qamar tenía más de diez años lo único que debían cuidar era la
