Azalan abrió y cerró la boca sin saber que decir, no se le había ocurrido tener hijos con su pequeña hada, la verdad en su mente no había llegado tan lejos con ella y su padre le lanza semejante advertencia.
Qamar vio todas las emociones y sentimientos pasar por el rostro de su hijo y soltó un gruñido bajo para calmar al cachorro y regresarlo a la realidad.
— No sé me había ocurrido eso...
dijo Azalan con un hilo de voz.
— ... yo... ahora sólo quiero que ella esté a mi lado y protegerla.
Qamar revolvió el cabello de su hijo y empezó a hablar con él, tienen mucho tiempo antes de traer un cachorro al mundo, sus vidas son largas, deberían primero disfrutar de la compañía de los dos y conocer más del mundo antes de traer cachorros a sus vidas.
— Lo entiendo, pero y si mamá...
Azala
