El regreso de la Luna perdida

Capítulo 2. El bosque de los mil susurros.

Los trillizos tenían una pelea silenciosa cerca de las caballerizas, pronto saldrían en una misión y debían despedirse de su madre, pero ninguno quería interrumpir a sus padres en ese momento por lo que estaban peleando para ver quién sería el encargado de recibir el gruñido de su padre.

Yarim sujetó del brazo a su hermano Azalan y Khoeli hizo lo mismo sujetándolo del otro brazo, Azalan clavó con fuerza los pies en la tierra, sus hermanos pensaban sacrificarlo a él.

Azalan gruñó con fuerza, sus hermanos siempre le hacían lo mismo, cuando eran pequeños habían peleado por un orden jerárquico entre ellos, debido a los incidentes ocurridos durante su nacimiento no sabían el orden en el que habían nacido.

La vieja Geluid no recordaba el color de los ojos del cachorro que nació primero, segundo o tercero y su madre tampoco lo sabía, era comprensible después de todo el estado de Lyricka no era el mejor.

Habían decidido ocupar su lugar de nacimiento según el orden en que fueron rescatados y eso colocaba a Yarim primero, Khoeli segundo y Azalan tercero, por supuesto Azalan se opuso.

Decidieron utilizar el rango de sus rescatadores, a Yarim lo rescató Qithian quien es el tercer hermano mayor de su padre, a Khoeli lo rescató Qerenth el primer hermano mayor de su padre y a Azalan lo rescató Qumard quien es el hermano fantasma de su padre, para fastidio de Azalan el seguía al último.

Si Qumard aún fuera considerado el segundo hermano mayor de su padre podría reclamar su lugar del medio, pero un fantasma no tiene puesto, por lo que dejaba el orden Khoeli, Yarim y Azalan al último otra vez.

Azalan intentó que utilizaran el color de sus ojos, él tiene los ojos azabache igual que su padre por lo que él sería el primero, Yarim tiene los ojos azules, su tío Arenth tenía los ojos azules por lo que Yarim sería el segundo y Khoeli tiene los ojos verdes que eran los originales de su madre por lo que sería el tercero, pero sus hermanos se negaron.

El tío Arenth y su madre son gemelos y aunque su madre se incorporó después a la familia ella en realidad nació primero por lo que esa distribución no podía usarse, además su madre y su tío intercambiaron el color de sus ojos lo que anula esa opción por completo.

Al final Azalan quedó como el tercer cachorro, Yarim era el primero y Khoeli el segundo, su lugar lo echaron a la suerte ya que era solo una formalidad ya que ninguno de ellos era el tercero.

Y ahí estaban otra vez intentando poner a Azalan como chivo expiatorio, ellos usaban el puesto de tercero de su hermano para obligarlo a todo y él no podía hacer nada cuando sus hermanos se unían contra él.

Yarim y Khoeli unieron fuerzas y lanzaron a Azalan en dirección de sus padres que estaban abrazados más allá y muy acaramelados.

Azalan dio varias zancadas hasta poder equilibrarse y su lobo gimió al sentir el gruñido del lobo de su padre.

Qamar era un gran padre, el mejor de todos, los entrenó, los cuidó en cada misión, los lleno de cariño y los mimó, pero era increíblemente posesivo con Lyricka, incluso con sus propios cachorros y si algo habían aprendido los trillizos a evitar sin importar nada era el tiempo privado de sus padres.

Lyricka puso los ojos en blanco y apretó el rostro de Qamar contra su escote al tiempo que le daba una enorme sonrisa a su hijo.

— Azalan, ¿Tú y tus hermanos pelearon otra vez?

preguntó divertida, ella había visto claramente a los trillizos.

— No... solo me están tratando injustamente como siempre.

dijo intentando que su padre no se molestara tanto por haberlos interrumpido.

Qamar soltó el aire indignado, no entendía la manía de sus hijos por tratar a Azalan de esa manera, de mala gana se apartó del escote de Lyricka y gruñó bajito.

Yarim y Khoeli aparecieron de inmediato con cara de inocentes, Qamar volvió a gruñir y sus hijos agacharon la cabeza, Lyricka se había tapado los ojos y había empezado a tararear una canción.

El trato era que Qamar los iba a reprender y ella iba a trabajar para cuidarlos, Qamar esperó a que sus hijos hablaran.

Yarim carraspeó y dijo:

— Estamos saliendo en una misión y madre nos tiene prohibido irnos sin despedirnos.

Khoeli intervino:

— Y tú nos tienes prohibido molestarlos cuando están juntitos y acaramelados, pero no podemos esperar a que se suelten para despedirnos.

Qamar puso los ojos en blanco y dijo:

— Y en lugar de acercarse los tres, envían a su hermano solo, ¿Acaso no soy su padre, creen que les saltaré al cuello cuando estoy cerca de su madre?

— ¡SÍ!

respondieron los tres al mismo tiempo.

Qamar agachó la cabeza mientras soltaba otro gruñido, Lyricka dejó de tararear y empezó a reírse, sus cachorros eran muy traviesos, beso a cada uno de sus hijos y también beso a cada uno de los lobos de sus hijos antes de que se marcharan, después de escuchar las advertencias de su padre.

En cuanto los cachorros desaparecieron de su vista Qamar soltó otro suspiro y se abrazó de Lyricka, muy bajito habló hacia el vientre de ella:

— Si sales travieso como tus hermanos te pondré un cascabel.

.....

Reino Gaskiya.

El tren se detuvo en una estación, el humo de su máquina de vapor bloqueo la vista en el andén, cuando se hubo despejado un murmullo de admiración se extendió entre los transeúntes, una pareja caminaba alejándose del tren, el muchacho era alto y muy atractivo, la chica que iba a su lado tenía una belleza mágica con su cabello blanco y sus ojos azabache.

Tarik soltó un rugido bajo, tan bajo que la gente en el andén volteó algo asustada sin encontrar el origen del sonido que los había asustado, Cleome volteó los ojos y le dio un golpecito a su primo.

No eran primos reales, ella es la hija de la mafarki Burcka y él es el hijo de la bruja Hilma, las dos son como familia y ellos crecieron considerándose primos, además los dos son del clan Argbum por lo que en realidad no importa que no lleven la misma sangre, son los descendientes de la bruja Kúrinna y eso es suficiente.

Tarik al ser un kumarg tiene un temperamento poco paciente y ella por otro lado es algo tímida hasta que toma confianza, se llevan bastante bien y lo mejor es que hacen un equipo de combate muy bueno, uno de los mejores entre los cazadores.

Pasarían esa noche en la ciudad y luego se marcharían, su objetivo eran las ruinas del otro lado del barranco Gris, en ese lugar les esperaba un brujo que decía tener información importante sobre la guerra que comenzaba a fraguarse.

Debían cruzar el bosque de los mil susurros antes de poder llegar hasta donde el brujo, otro grupo de cazadores se uniría a ellos en el bosque, ella esperaba no encontrarse con ningún enemigo mientras Tarik esperaba encontrar varios.

Cleome no tenía miedo de pelear o de usar su magia, era solo que Tarik disfrutaba demasiado con las peleas y casi siempre ella terminaba salvando en trasero del kumarg de alguna situación absurda.

— Vamos a comer...

dijo Tarik colocando su brazo alrededor de los hombros de la muchacha.

— ... Blaidd me dijo que hay un local en donde venden unos dulces helados muy sabrosos.

— Mmmm... creo que Gyria dijo que se llaman bolas de helado, ¿En verdad quieres comer eso ahora?

— Soy un oso, los osos siempre comemos y más si está dulce.

La pareja se marchó conversando alegremente, del otro lado del andén un par de ojos anaranjados brillaron observando con detenimiento a los jóvenes, la silueta de un lobo se escurrió por entre las sombras y los metales ardientes del tren.

A varios kilómetros de ahí un grupo de lobos se detenía cerca de un pueblo, podían oler al ganado desde esa distancia, el estómago de uno de ellos rugió y los demás comenzaron a reír, unos segundos después los lobos habían desaparecido y un grupo de muchachos se reía en su lugar.

Un shtion se acercó a ellos y chasqueó la lengua, la loba estaba con el rostro encendido y miraba hacia otro lugar intentando no mirar hacia el pueblo.

—El lugar está limpio...

anuncio el shtion.

— ... ¿Pasamos la noche aquí?

Khoeli dio la orden y emprendieron el camino hacia el pueblo, los otros shtion ya debían estar ahí.

Durante las misiones Khoeli tomaba el papel del hermano primero y Yarim hacia de su beta, Azalan era libre de moverse como quisiera.

Habían descubierto que ellos actuaban mejor de esa manera, su padre era quien los había colocado en esas posiciones después de llevarlos con él cuando recién despertaron a sus lobos.

Ninguno de ellos protestó, se sentían cómodos en sus lugares de alfa (Khoeli), beta (Yarim), y el gamma (Azalan).

Qamar incluso se había reído al ver que el desempeño de sus hijos era mucho mejor con ese orden, al parecer la influencia de sus hermanos sobre sus hijos era mayor a la que había pensado.

Mientras avanzaban Azalan miró en dirección al bosque de los mil susurros, debían cruzar por ahí, su lobo se agitó inquieto, deseaba llegar pronto a aquel lugar, sentía que algo o alguien lo llamaba y definitivamente quería responder a aquel llamado.