El rostro de Hilma perdió el color, si lo que Grogyus decía era verdad, Qamar y Zaaren estaban en peligro y su hija también, Shania fue con Halem a la manada Hariva, en este momento ya debían de estar allí o estar cerca de los terrenos de Qyrens. Ardem se acercó con paso presuroso, todos en el castillo escucharon y vieron al lobo de viento, debía averiguar qué estaba sucediendo, todos los Argbum sintieron el llamado de su sangre y sintieron la urgencia de ir en ayuda del lobo blanco con ojos de marfil, pero debían saber más. Hilma apretó los puños, no podía abrir un portal directo en la manada de Qyrens, después de la muerte de Thevita no podía hacerlo, si hubiera sabido que colocar las cenizas de Thevita a lo largo de los límites de la manada la iba a dejar fuera no le hubiera dicho a

