Qamar pudo ver que de verdad la bruja lamentaba su ataque, en la cueva pudo ver su arrepentimiento, pero no era que se arrepintiera por haber atacado a su compañera, se arrepentía únicamente porque él le dijo que ella era la luna velada.
En ese momento no sabía si era cierto, era solo una corazonada, la bruja inmediatamente retrocedió y trató de pedir perdón, quería disculparse por haber atacado a la luna velada, no por haber pisoteado sus sentimientos ni por una vez más haber minimizado su existencia.
Se arrepentía por haber ido en contra de lo que ella quería de él, de lo que ella exigía de él sin importarle sus deseos, estaba arrepentida por haber ido en contra de lo que ella decía ser la única forma de ser libres de la maldición.
Eso era lo que impedía a Qamar hablar con la tía Hilma, ella ni siquiera tuvo la decencia de ir a hablar con él en persona y escuchar sus razones, envío a la doncella en su lugar, en verdad ante los ojos de la bruja él era una herramienta para obtener su deseo, nada más.
Qamar soltó un gruñido de fastidio mientras su reflejo en la ventana mostraba su malestar, los brazos de Lyricka lo rodearon desde atrás y el olor de ella lo envolvió como una barrera protectora, su lobo dejó de gruñir y refunfuñó satisfecho.
Lyricka frotaba su rostro contra la espalda de Qamar, ella no era un lycan completo, no tiene un lobo, pero le gusta mucho imitar algunas acciones de los lobos, aunque a decir de Qamar ella era más como un gatito que como un lobo juguetón.
Mientras su lobo se relajaba con el aroma y el calor de su luna, los ojos negros de Qamar se apagaron por un segundo, por un segundo completo la conciencia de Qamar desapareció.
Qamar vio su reflejo en el vidrio, sus ojos habían cambiado por los de Lyricka, frunció el ceño y su lobo buscó a su luna, en el momento en que la encontró sus ojos volvieron a cambiar de color.
Algo estaba mal, debía buscar ayuda, pero no podía contactar con la tía Hilma, no lo haría a menos que no tuviera ninguna otra opción, estaba decidido y no iba a cambiar de opinión.
Lyricka se sujetó con fuerza a Qamar, se mareó y por un segundo pensó estar viendo en rostro de Qamar traslúcido como si fuera un reflejo, no le gustaba eso, últimamente veía cosas que no estaban frente a ella, no le había ocurrido eso con el embarazo de los trillizos.
— Qamar... tengo algo que decirte...
la voz de Lyricka salió amortiguada, su rostro seguía pegado a la espalda del lobo.
Qamar se soltó y tomó a Lyricka en brazos, se sentó y la colocó en su regazo, ella tenía la manía de hablar algo importante contra él no con él y casi siempre él se quedaba sin entender que estaba ocurriendo.
Lyricka le contó sobre las cosas extrañas que estaba viendo y su preocupación de que algo estuviera mal con el bebé, cuando estuvo embarazada de los trillizos ella podía ver a Qamar como a un fantasma y ahora lo veía como a un reflejo.
¿Qué quería decir eso? ella no entiende sobre lobos y sigue sin comprender el complejo mundo de la nobleza lycan, su conocimiento sobre el mundo sobrenatural es mayor a cuando se unió con Qamar, pero seguía siendo mínimo y eso le fastidiaba por momentos.
Qamar suspiró, las cosas se estaban saliendo de control, debería tragarse su orgullo y su dolor y contactar con la tía Hilma, no podía dejar que Lyricka saliera herida por su ignorancia.
.....
Bosque de los mil susurros.
Tarik y Cleome miraron a lo lejos el borde del bosque, los ojos de la bruja brillaron, se sentía emocionada por alguna razón que no lograba entender, sentía que estaba cerca de casa.
Tarik sintió la emoción de la bruja y sonrió, él también estaba emocionado, esperaba encontrar algún buen rival en esa misión, era aburrido cuando no lograba mostrar su poder ante nadie.
— ¿Qué tan lejos estamos del punto de reunión?
preguntó la bruja mirando las copas de los árboles.
— Un par de kilómetros, nos encontraremos cerca del río más o menos a esa altura.
respondió señalando hacia un punto en el horizonte.
Los ojos de la bruja se desviaron un poco más al sur, ese lugar le parecía más acogedor, contó con los dedos, habían llegado un día antes de la fecha acordada, tendría tiempo para ir a ver qué había en aquel lugar.
Tarik cambio por su oso en cuanto entraron al bosque, Cleome se sentó en el lomo del oso, sus ojos azabache miraban en la distancia buscando algo, no sabía qué, pero estaba segura de que estaba cerca.
Tarik olfateaba mientras avanzaba, era extraño, no olía nada fuera de lo normal, además de ardillas, zorros y algunas aves no podía oler ningún animal grande.
Su oso se rio, posiblemente su sola presencia fue suficiente para espantarlos a todos, en su lomo Cleome ponía los ojos en blanco mientras se equilibraba para no resbalar por los movimientos risueños del oso, Tarik no tenía remedio, era un cabeza de músculo al igual que su padre Grogyus.
.....
El equipo de Khoeli avanzaba lentamente por el bosque de los mil susurros, no tenían ninguna prisa y era mejor no llamar la atención, su objetivo no se encontraba en el bosque debían rastrear y localizar a un lycan fugitivo.
Normalmente la manada no hubiera enviado un grupo de caza tan grande por un solo lycan fugitivo, pero la manada solicitante tenía tratos con los vampiros y éstos estaban bastante inquietos últimamente.
La manada Zetwal se había dirigido en persona a pedir la ayuda de los Hariva, Lagden Kitana alfa del clan había ido directamente.
Qyrens se había asombrado un poco al ver al alfa Lagden llegar como un cliente y sintió mucha curiosidad cuando solicitó hablar con Zaaren primero antes de realizar su solicitud.
Qamar entró con Zaaren en el estudio del alfa, el lobo saludo con una inclinación de cabeza al alfa y Zaaren usó su mejor saludo de trabajo, después de todo era un cliente importante.
— Luna del lobo fantasma de los Hariva, lamentó venir después de tanto tiempo a disculparme en nombre de mi clan.
Lyricka miró confundida a Qamar en busca de ayuda, detestaba el protocolo de los lobos, era tan confuso y lo peor era que si te equivocabas no recibías algunos azotes como cuando te equivocas con los nobles normales, los lobos muerden y definitivamente no le interesa para nada ser mordida por un lobo.
Qyrens fue quien habló:
— Creo que mi clan y yo nos sentiríamos más a gusto si explicaras la situación, Lagden.
El lobo sonrió con una sonrisa complicada, no era del todo sincera ni del todo malvada, era la sonrisa que usan los abogados antes de decirte que perdiste el juicio.
Lagden hizo referencia al incidente ocurrido hace más de veinte años cuando un lobo de su manada ayudo a dos vampiresas a atacar a la loba, todo esto fue hecho a espaldas del clan y ellos tomaron las medidas pertinentes, pero tuvieron un pequeño error de cálculo cuando se disculparon ya que no sabían que la loba en cuestión era la hija de Argenther, alfa de los Kutya.
Al parecer la beta de la manada fue para disculparse correctamente, pero llegó algo tarde, él esperaba enmendar ese error, un poco tarde, pero estaba ahí para hacerlo en persona.
Lyricka miró con aprensión las manos del alfa, recordaba muy bien la cabeza que le entregaron como disculpa, desde ese día le daba escalofríos cada vez que veía la cabeza de un puerco en el mercado.
Lentamente Lyricka empezó a moverse hasta esconderse detrás de Qamar, los alfas se miraron un poco confundidos con su actuar, Qamar se divertía, solo Lyricka podía provocar que dos alfas de dos manadas poderosas parecieran cachorros delante de ella.
— Espero que el clan Zetwal no traiga otra cabeza como disculpa para mi compañera.
dijo Qamar con un tono helado.
Lagden sonrió al escuchar las palabras del lycan, así que por eso era la reacción de la loba, Lilia, la beta del clan ya le había dicho que Argenther había disculpado a su hija diciendo que era una loba algo singular.
Lagden podía ver que en verdad la loba era bastante singular, compuso una sonrisa algo más amable en su rostro y respondió:
— Como dije, tuvimos un pequeño error de cálculo cuando enviamos nuestro presente de disculpa, en ésta ocasión he traído algo un poco más humilde.
Lagden tomó de su gema serva una pequeña caja y la abrió, en el interior había una delicada cadena de plata y tenía una única perla engarzada en una flor hilada con hebras de metales de varios colores.
En verdad aquel presente era bastante humilde, era un collar que las damas humanas de alta sociedad solían llevar a los banquetes de verano, nada extremadamente ostentoso ni elegante.
Los ojos de Lyricka brillaron al ver el collar, al fin un noble que se comportaba como un caballero, Lyricka aceptó con mucho gusto la disculpa y agradeció por tan costoso y delicado regalo.
Qyrens alzó una ceja, al parecer Lagden había hecho muy bien la tarea y había investigado muy bien a Zaaren, la petición de la manada Zetwal debía de ser muy importante si se daban el trabajo de contentar a Zaaren primero antes de hacer su solicitud.