CAPITULO 47 - ¡Despierta!, ¡nos quedamos dormidos! El pobre saltó del susto con el grito que pegué. - ¿Que hora es? - Las cuatro. Amor levántate por favor, no podemos llegar tarde. - ¿Las cuatro?...¡auch!. De un salto salió de la cama, cayendo al suelo. - ¿Estás bien?. - digo entre risas. - No te rías. Se dió tremendo golpe y yo riendo. Duele mi estómago de tanto reír. - Lo siento mi amor, fue chistoso como caíste. - No te rías. Vuelve a repetir, pero esta vez soltando una carcajada. Después de varios minutos podemos dejar las risas de lado. Debo ir al departamento donde vivo con mi abuelo y primos a vestirme para la cena, ya que el vestido está allá. Y Max al hotel donde está Andrew, se le quedó el traje allá. Nos vestimos rápido, saliendo de la habitación en cinco minu

