Hoy había sido el día esperado por semanas. Le habían quitado el condenado yeso y las placas mostraban que los huesos habían sanado bien. Podía comenzar la terapia mañana mismo y ponerse en forma era cuestión de tiempo y trabajo arduo de su parte. Debía ganar musculatura y reforzar su físico para estar listo para la próxima temporada del hockey sobre hielo. Extrañaba esa y cada una de las actividades que conformaban su vida, tanto las deportivas como las sociales. El no poder tener relaciones de las formas que deseaba, sometido a las escasas sesiones del sexo oral con las que Summer lo beneficiaba lo tenían al borde, necesitado y exultante. Más que azul, por la frustración. Sin embargo, hubo ocasiones en las que prefirió desahogar su libido a solas, masturbándose sin piedad, antes de qu

