Todos seguimos mal...con hambre y mal...
Pero después de ver el bote donde está Miguel alejarse lentamente...supimos que estabamos perdidos.
-¡MIGUEEL!-Grité con todas mis fuerzas.
El nos miraba levantando las manos, haciendo señales de que nos escucha, pero lo vemos tranquilo pescando, de seguro tiene todo controlado.
-Tranquila, estará bien-Dice Rodrigo volviendo a la carpa.
Con Walter nos quedamos mirando y nos vamos a sentar al costado de Erika y Héctor, él sigue sin decir mucho y Erika sigue angustiada por no saber como ayudar a Héctor, la frustra todo eso.
Ahora parece que la que tendrá que encargarse de todo seré yo, ya que la zorra de Liliana se ha salvado.
-¿Tienen hambre?-Pregunto seria.
Todos, incluido Héctor asienten, camino con arena entre mis sandalias hasta la mochila y agarro caramelos de limón, apenas lo hago regreso y les entrego 4 a cada uno, que los miran con cara triste y comienzan a comer.
Vemos a Miguel rato en rato sentado intentando pescar, pero no consigue nada.
Tengo hambre, demasiada hambre.
Extraño mi casa.
-Deberíamos intentar enviar algún mensaje, digo ¿No?-Sugiero en voz alta.
-Te acompaño-Dice Walter parándose.
Erika solo nos mira triste mientras avanzamos hasta las rocas, las cuales algunas siguen manchadas con sangre, que ya ha secado.
Subimos con mucho cuidado y miedo y con mucho esfuerzo, estamos en la parte de arriba del auto.
-Con cuidado Olivia, si caes trata de caer de pie, es mejor un brazo a una columna rota-Dice Walter preocupado.
-Si peso o necesitas bajarme no dudes end ecirme.
-Bien,
Subo con cuidado a sus hombros, y se levanta con cuidado para que ninguno se caiga, sube mientras extiendo mi brazo con el móvil esta vez de Walter intentando agarrar señal, pero como la anterior vez, solo llegan y llegan, pero no se envían, ni uno, para nada.
Intentamos abrir la ubicación en snapchat por si alguno llega a ver donde estamos, pero nada funciona, nos saca de la aplicación.
No es justo...
-Lo sé-Responde Walter-Lo miro confundida por lo que dijo-Sé que de seguro pensaste eso.
Tiene razón, no es justo.
Me baja con mucho cuidado y volvemos al campamento caminando lento.
Intercambiamos miradas pero sin decir ni una palabra al llegar, Erika al vernos se para con un rostro preocupado y de esperanza al mismo tiempo, que se apaga el ver nuestros rostros negando esa esperanza.
-Bueno, tendremos que seguir intentando-Dice en voz baja y se retira hasta donde está Héctor, que toma una lata de cerveza con un rostro serio, aplastando la lata con cada sorvo y al terminar, arrojándola al mar, logrando que Miguel desde lejos levante la mano.
-¿Él está bien?-Pregunto
-A su manera-Dice Erika tristemente.
-Quisiera poder ayudarlo-Dice Walter.
-Si...yo igual-Añade Erika y se dirige hacia las carpas.
La sigo al costado de Walter y entramos, donde vemos como Liliana llora en los brazos de Rodrigo, quien la consuela con una cara de embobado.
Perra, apenas se le muere el novio y ya quiere cogerse el siguiente chico que tenga pene.
Quisiera golpearla, quisiera matarla.
Siento en mi hombro la mano de Walter, volteo y me dice "relajate" con los labios regalandome una sonrisa.
Tiene razón, debo relajarme, no puedo matar a alguien justo ahora.
Nos sentamos todos en circulo mientras la hipócrita de Liliana se seca las lágrimas con los puños de su blusa.
-¿Miguel ya pesco algo?-Pregunta Rodrigo
-No, sigue en el mar-Dice Erika.
-¿No está tardando mucho?-Pregunto
-De seguro quiere quedarse ahí-Dice Liliana.
-Ya cállate-Digo sin darme cuenta.
Todos voltean a verme y yo solo muestro una cara de fastidio.
-¿Cállate me dijiste?
No quería iniciar un pleito, pero ya lo hice, no puedo retroceder ahora, apoyo mis brazos sobre mis rodillas y muestro mi hermosa sonrisa falsa.
-Si querida, cállate, quien en su sano juicio quisiera quedarse en el mar hasta tan tarde con el frío que hace.
Todos la miran esperando su respuesta, pero ella hipócritamente solo levanta los hombros para responder-Entonces que hace hasta tan tarde.
Vaya, me di cuenta que el título de inteligente lo lleva de adorno.
-¿Es que tu no piensas? Consigue comida que te vas a tragar, cerda.
-Olivia no le hables...
-Cállate Rodrigo-Lo interrumpo antes de que diga una idiotez que haga de que se me pase el gusto por el, lo miro seria, habíamos sido buenos amigos y por un simple acostón con la que creí que era mi amiga cambia todo?-Es la verdad, el soporta el frío, las altas temperaturas mientras la princesita busca al próximo pendejo con quien acostarse, su principe azul, y todavía sigue poniendo su cara de buenita.
-Mija yo creo-Trata de hablar Walter.
-Ya Walter basta, sabes que tengo razón, deja de intentar pertenecer a ambos bandos cuando tienes que elegir-Digo mirandolo seria-¿Qué hay de ti Erika? Ah verdad, Liliana ¿No? ¿O tu novio? Elige de una vez, mientras juegan a ser la familia feliz iré a ver a Miguel-Digo saliendo de la carpa a toda velocidad.
Hipócritas ¡Hipócritas todos!
¡Miguel!
Voy corriendo hasta la arena, viendo como Héctor se ha metido al mar intentando nadar hasta donde está Miguel, que la barquita se ha alejado demasiado, veo desde muy lejos como intenta regresar pero solo al tener un remo da vueltas en círculos.
-¡MIGUEL USA LAS MANOS!
Veo como intenta hacerlo con su rostro de desesperación.
Me quito los zapatos lo más rápido que puedo y comienzo a nadar, nadando hasta que no siento el suelo, llego hasta donde está Héctor, que está tiritando de frío, esta tratando de mantenerse quieto, está cansado, no logro diferenciar si sus ojos están rojos por el agua salada o es que está llorando.
-Héctor ¿Qué paso?-Pregunto mientras floto y las olas siguen chocando hasta nosotros.
-La barca se alejo, se alejo y se sigue alejando, me duelen los brazos...
-Yo nadaré, regresa-Digo firmemente.
-No ¡NO PUEDO PERDER A ALGUIEN MÁS!-Grita mientras nada dirigiendose a Miguel, pero mientras más sentimos que estamos cerca, la barca se aleja 20 metros más, nadamos juntos hasta que las olas no chocan con nosotros, y después de eso un poco más.
-Ca...calambre-Dice Héctor entrándo en pánico.
No...Que hago que hago...Miguel...si dejo a Héctor morirá ahogado, si dejo a Miguel podría morir congelado o irse con la corriente.
Miguel tiene chances...podría nadar hasta otra playa...puede hacerlo...
-¡MIGUEL! ¡NO SE SI ME ESCUCHES, NADA MIGUEL, SALTA Y NADA HASTA NOSOTROS!¡O NADA HASTA OTRA PLAYA!
Digo eso mientras intento agarrar el brazo de Héctor, quien está entrando en pánico, está que entra en transe y podría ahorarse.
-Héctor, Héctor cálmate.
-Mi pierna...
-Hazme caso maldita sea-Le tiro una cachetada que lo hace reaccionar, me queda mirando como un completo idiota para luego calmarse.-Regresaremos, con mucha suerte me escuchó.
Regreso a la playa jalándolo de el brazo hasta la orilla, donde todos recién salen de sus carpas.
Ambos tosemos y tiritamos de frío, Héctor intenta mover su pierna, no siento tampoco por mi parte las piernas.
-Vaya, y la que busca un nuevo novio soy yo, aunque tu deberías fijarte en uno que no tenga novia.
La ira y la rabia me consumen, antes de que pueda reaccionar me he parado, me he dirigido hasta donde está Liliana y le tiré un puñete que la tumbó al suelo.
-¡Pinche loca!-Me grita mientras el chico que me gustaba va corriendo a ver como se encuentra.
-¡Olivia que te pasa!-Me grita Rodrigo molesto.
Cómo pudo el reverendo idiota..
-¿Qué paso?¿Porque se metieron al agua?-Pregunta el único sensato aquí, osea Walter.
-Olivia tú no...-Dice Erika poniéndose cerca de Liliana.
Bueno, eligió bando, y no fue su novio.
-¡Pueden dejar de decir estúpideces!-Grita Héctor mirando a todos-Estamos mojados, sí-Dice señandandome y señalandose con ambas manos-Estuvimos en el mar ¡Sí! ¿Quieren saber por qué? ¡POR QUE MIENTRAS ANDABAN BIEN ABRIGADOS LA BALSA DE MIGUEL SE HA ALEJADO!-Grita señalando a lo lejos, donde solo se distingue un punto, muy lejano.
Todos miran la balsa, todos cambian sus rostros, el de Liliana agarra un tono carmesí, la muy zorra.
-Héctor yo-
-¡No!¡NO ME DIGAS NADA ERIKA!¡SE ACABÓ!-Dice mirando a Erika, quien a ella le resbalan lágrimas por el rostro-Elegiste a la que fue causante de la muerte de mi hermano, supusiste algo sin tener el descaro de preguntarme ¿Crees que soy Liliana para el segundo que se muere mi hermano andar de cachondo?¿QUÉ PENSABAS ERIKA?-De furia, arranca el collar que ambos compartían y lo tira con todas sus fuerzas al agua-Te necesitaba en estos momentos, y tú...tú elegiste a Liliana...siempre se llevaron mal....lo entiendo de Walter, es demasiado Walter para elegir bando ¿Pero tú? Eras mi novia Carajo...-Se pasa las manos por el cabello-Quédate con tu amiga, que no dudará en matarte por el hambre, creeme.-Dice antes de comenzar a caminar hacia la carpa-¡Olivia ayúdame!
Erika me mira con confusión y verguenza-Olivia...
-No entiendo como pudiste pensar eso de mi-Volteo a ver a Liliana-¿Ella te metio ideas no? De seguro, jamás habías desconfiado de Héctor, y justo ahora parece que sí-Digo antes de irme a la carpa.
Walter viene corriendo detrás de nosotros.
-Olivia ¿Cómo podemos hacer para ir allá?
-No lo sé Héctor, no hay nada que podamos usar, actualmente no-Digo viendo las cosas-Con las justas contruimos la balsa...
-¿Si cosemos la ropa?-Sugiere Walter
-Se hundirá.
-Podría intentar nadar yo-Dice Walter.
-Antes de llegar te dará una pulmonía o un calambre-Dice Héctor pensando con lágrimas.
Nos quedamos en silencio unos minutos hasta que es interrumpido ese silencio por Walter.
-Si, fue Liliana la que le metió ideas a la cabeza, Olivia.
Si, me di cuenta.
-A veces las circunstancias muentran tu verdadero rostro-Digo mientras busco entre las maletas algo.
-Genial, perdí a mi hermano y a mi novia-Dice Héctor riendo sarcásticamente.
-¿Por qué te juntas con ambosa Walter?-Pregunto
-Me gusta escuchar ambos bandos antes de tomar una desición.
-¿Y cual es?-Pregunta Héctor.
-Estoy de su lado, no se confundan, pero no digan nada por favor-Dice en súplica.
-Está bien-digo mientras busco un poco y un palo gigante-No ayudará pero si se aleja mucho puede guiarse de donde regresar.
Caminamos hasta la arena y clavamos la bandera en medio, por si Miguel la llega a observar, lo cual es algo difícil ahora, ruego que la logre ver.
Vemos como Rodrigo, Liliana y Erika nos miran serios, al parecer las palabras de Héctor no lograron hacer efecto en Erika, no lleva tampoco puesto el collar.
Volvemos al campamento y empacamos las cosas en mochilas, dispuestos a irnos a el auto, y un pco de la comida, no somos animales.
-Sé que no debería decir esto pero...Liliana escondió comida en su mochila.
-Esa perra...-Dice Héctor sacando las barritas de la mochila de Liliana y poniéndolas en su mochila-Por asesina.
También me robo su cargador portátil, y su ropa interior bonita la corto con tijeras, le dejo 2 truzas sucias y una de abuela por si le llega la regla.
-Eres mala Olivia-Dice con una media sonrisa Héctor.
-Se lo merece-Digo sinceramente.
-Agarramos también las cosas de Victor, y algunas cosas más para subir por las rocas, Walter también empacó algunas cosas discrtamente y subió con nosotros.
Llegamos hasta el auto y acomodamos todo para ambientarlo cómodamente.
-Tenemos la radio, no funciona pero la tenemos-Dice Hñector-También...-Piensa un momento, revisa algunas cosas desesperado donde se guarda la maletera-¡Si SI!-Grita-Gracias hermano...
-¿Qué paso?-Preguntamos con Walter.
-Al parecer-Dice moviendo algunas cosas para el auto-Cuando acomodamos las cosas y nos preocupamos tanto por la gasolina-Dice mientras saca una llanta de repuesto-Habíamos dejado una mochila con galletas, un cargador solar y una botella de 3 litros de agua aquí-Dice casi llorando-Mi hermano es tan despistado que nos olvidamos-Revisa los bolsillos delanteros-Inclusive está un encenderor-Nos ha salvado.
Walter y yo saltamos de alegría, sonreíamos ampliamente.
-Es comida por unos días.
-Y tenemos partes de el auto, podemos usarla para hacer un bote al menos para llegar donde Miguel.
-Hagámoslo-Dice Walter con una sonrisa amplia.