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2000 Palabras
Noah y Zack dan un Paso - ¿Estás listo? - preguntó Noah a su hermano frente a la puerta de la unidad familiar donde el pasillo se iluminaba tenuemente con las luces de soporte. - Aunque te dijera que no lo estoy, ibas a arrastrarme hasta aquí. - reclamó Zack inquieto. - Viajamos mañana a la Nación del Dragón. - dijo ansioso - No podemos dejar pasar más días. De lo contrario estaremos a media capacidad durante la misión. - Llama... - le dijo con una mueca alisando su cabello con la mano. Al otro lado de la puerta, John estaba de pie con el pantalón del pijama de color n***o tomando un poco de agua de una de las botellas que guardaba en la heladera. Ezra estaba dormido en la habitación después de quedarse trabajando para coordinar la partida del equipo a la conferencia y estaba más inquieto de lo que reconocía por no viajar con Anthea y los demás. Como su compañero, no había querido presionar a John por lo que lo había acompañado durante la jornada sin interferir. El esper viajaría con el equipo de seguridad de Seth y estaría encubierto fuera del hotel y del domo en funciones de sombra para el equipo. El dispositivo de alerta de la puerta atrajo su atención y caminó hacia ella, confundido. Estaban a cuatro puertas de Seth y Anthea y a dos de Jasper y V. El primero vendría corriendo a golpear la puerta y los segundos usarían el brazalete. Además, no había notificaciones de vulneración a la seguridad en la Cúpula o en las unidades de seguridad o investigación. Cuando abrió la puerta, miró a los dos jóvenes de pie frente a él sin saber cómo reaccionar. Vestían con sus pantalones del uniforme y sus sudaderas y se veían inquietos. - ¿Pasó algo con Rin? - les preguntó preocupado - ¿Una alerta de seguridad? Lorca estaba de guardia...¿No me digan que se durmió de nuevo? Maldito...Espérenme aquí. Voy a vestirme. - se giró para ir a cambiarse a la habitación, pero Noah lo detuvo con rapidez. - Todo está bien, venimos a hablar con ustedes... El esper los miró confundido. - ¿Con nosotros? - preguntó, sorprendido - No me digan que van a bajarse de la misión a horas de partir. Anthea los perseguirá. - ¿Puedes sentarte? - pidió Zack ansioso caminando hacia el sofá - Me estás poniendo nervioso. - Zack - advirtió Noah avergonzado - Lo siento...- le dijo sentándose en el sofá - No estoy acostumbrado a estas cosas. John miró a Noah y suspiró. - ¿Necesitan a Ezra también? - preguntó con calma. - Si, por favor. - pidió Noah al tiempo de que se sentaba junto a su hermano mientras John caminaba hacia el dormitorio. - Ezra... - llamó a su pareja cuando entró en la habitación acercándose a la cama. Estaba profundamente dormido y no quería sobresaltarlo - Hey, lamento despertarte. Su compañero se movió perezoso restregándose los ojos aturdido. - ¿Me quedé dormido? - le preguntó. - No, acababas de dormirte... - le dijo con una sonrisa - Los chicos han venido... El guía se sentó en la cama mirando a su compañero. - ¿Son los chicos que creo? - preguntó con cuidado y John asintió. - Oh, vaya... - dijo poniéndose los lentes para luego levantarse. Estaba desnudo y caminaba de un lado a otro. En el exterior, todos creían que John era el más descarado de los dos, un chico malo como Jasper, pero a puertas cerradas, era Ezra el chico malo y sexy. Era más bajo que John, pero tenía el cuerpo tonificado, con los abdominales firmemente marcados y con el pecho enmarcado en vellos claros que lo hacían ver más sensual y primitivo. Su compañero siempre bromeaba con que debía entrenar duro cada día para mantener la forma y agilidad y él, quien estaba el 90% del tiempo sentado en el laboratorio y adoraba los dulces, parecía esculpido en mármol. Con más de 20 años juntos aún hacía que su cuerpo reaccionara a él con una facilidad de un esper recién emparejado. - ¿Puedes vestirte? - le pidió John divertido - O mis estelas saldrán por ti. No puedes esperar que me quede quieto si estás listo para llevar... - Oye, no soy comida rápida. Deja de molestarme con eso... - se quejó el guía buscando en los cajones unos pantalones y una sudadera. - Deja la polera... - advirtió John tratando de quitársela - Me gusta presumirte... - Oh, demonios...No me ayudas si te pones así... Los chicos están afuera.... John se rio. Tenía la misma conducta vergonzosa que cuando Anthea vivía con ellos. Su guía, un ratón de libros muy preocupado de su gente y su familia. Siempre había agradecido que Anthea hubiese llegado a su vida, aunque fueran en las circunstancias desafortunadas por la muerte de Lara y Liam ya que había reemplazado a los hijos que no podían tener al ser una pareja del mismo sexo. Eso le permitió a Ezra entregar todas las atenciones y cuidados que formaban parte de su expresión de afecto. Su compañero venía de una prestigiosa familia de científicos de la Nación de la Libertad. Tenía muchos primos y tíos, pero no más hermanos por lo que se había criado entre adultos y estudiosos, con padres siempre viajando a conferencias. Cuando fue evaluado y se convirtió en Guía, perdió el contacto con su familia extensa y sus padres se habían concentrado en su trabajo científico por lo que hacer coincidir las agendas era todo un reto. Aún recordaba cuando se convirtió en su compañero. Un joven de quince años que aún no terminaba de crecer y él tenía 21 años. Se había emborrachado con Jasper, furioso por tener a un compañero recién salido, pero cuando Jasper lo llevó a la habitación de las parejas en el Centro de Entrenamiento y recibió su guía sintió la conexión todo se fue a la mierda. Era una energía tan perfecta para él que no entendía como había podido decir que los toques de guías anteriores eran buenos. Hasta haberlo conocido era un hombre perdido en el desierto con una sed abrumadora que no podía saciarse y Ezra era un oasis que no podía mantener lejos de él. Fue tan intensa su conexión que estuvieron tres días encerrados hasta que John sintió que estaba satisfecho después de un banquete real. Se había vuelto adicto a su aura y a su toque. No sólo a eso, sino a su personalidad e inteligencia. Fue enamorándose de él a medida que convivían y compartían en el día a día. Para los metahumanos, más allá del género del compañero, la conexión que se establecía a través del SICOM era la que lideraba la unión y la necesidad de cercanía por lo que, aunque sus primeras experiencias fueron con mujeres, el vínculo y el emparejamiento fue con otro hombre. Creyó que iba a sufrir un rechazo, pero la forma en que Ezra lo hizo sentir, lo apreciado y poderoso que se sentía a su lado, diluyó todos esos temores y lo había elegido su compañero al terminar su entrenamiento. Tal como lo hicieron Zack y Noah, él había elegido permanecer junto a su guía. La verdad, no quería a nadie más, pensó con una sonrisa y eso lo había decidido a seguir a su compañero y adoptar a Zack y a Noah... Lo que no esperaba que la oficina Norm se demorara más de tres años en encontrar un maldito papel, obligándolos a permanecer en las sombras y luego por culpa de las amenazas de Cassis. Ahora, tenía a los dos jóvenes en su sala y estaba más ansioso que cuando tuvo que llevar a su sobrina a casa. - Entonces, salgamos... Más vale saber a que han venido y no hacernos ilusiones. Abrazó a su compañero antes de salir, arrojando la sudadera al sillón haciendo que Ezra entornara los ojos. - Estoy nervioso, ayúdame con eso... - le dijo a su compañero saliendo de la habitación hacia la sala. Cuando salieron, Zack y Noah se levantaron del sofá y se pusieron firmes cómo si estuvieran en entrenamiento por lo que los hombres sonrieron. No eran los únicos nerviosos. - Siéntense... - ordenó John, buscando unas cervezas en la nevera y entregándoselas - Ustedes querían hablar con nosotros. - Lamento el atraso, ya estaba durmiendo... - se disculpó Ezra pasando la mano por el cabello despeinándolo. Estaba vestido con un pantalón de buzo y aferrando un cojín para cubrirse el torso mientras John se sentaba a su lado, en el brazo del sillón. - Nosotros deberíamos disculparnos, pero mañana partiremos a primera hora como escoltas de la G3. - dijo Noah abriendo la botella de Zack quien peleaba con la tapa y regresándosela como si fuese un niño pequeño y Zack se encogió de hombros y bebió un gran sorbo. - Lo harán bien... - aseguró John - Han entrenado duro y deben seguir su instinto. Zack ya ha tenido misiones con Seth y Anthea por lo que te ayudará a alinearte con rapidez, Noah. Además, tu permanencia en el ejército te ayuda a funcionar bien junto a los escoltas Norm. - Todos confiamos en que lo harán bien. - agregó Ezra - Son excelentes con sus habilidades y en su trabajo. Lo sabemos muy bien... - Con respecto a eso... - comenzó a decir Noah mirando a Zack quien respiró profundo con la botella firmemente sujeta como si le diera valor. Ezra y John se miraron. - Ah, maldición. - gruñó Zack dejando salir las palabras contenidas - Lo que queremos decir es Gracias. Sabemos que sus viajes a ver a Noah o la ayuda que me han dado para sacarme de problemas siempre han sido ustedes... - Lamentamos no haber podido estar más cerca. - dijo John conmovido - Son nuestros, pero no pudimos decir nada. - Pero ahora lo sabemos. - dijo Noah - Queríamos decirles que estamos orgullosos de que sean nuestros padres. Gracias, de verdad. Esperamos poder ser lo que esperan y que estén orgullosos de nosotros. - Los hemos visto crecer. - dijo Ezra emocionado - Por supuesto que estamos orgullosos de ustedes y si lo permiten, queremos seguir a su lado. Sabemos que tienen una familia con Rin, pero queremos formar parte de su vida, no como parte de la unidad de seguridad si no como parte de su familia. - Es por eso por lo que estamos aquí. - les dijo Zack - No somos muy buenos en esto, pero si nos ayudan, iremos avanzando con ustedes. Hablamos con Rin y ella nos sugirió hablar con ustedes ahora y no dejar para más tarde algo tan importante. Sé que usé nuestra situación para salir del paso de la conferencia y lo que pasó con Anthea, pero quiero que sepan que también lo dije en serio. - Entonces deberemos agradecerle a nuestra nueva hija, el empujón que les dio. - dijo John sonriendo mientras los abrazaba - De verdad, estamos orgullosos de ustedes. Zack y Noah respondieron al abrazo y recibieron el de Ezra quien estaba con los ojos llenos de lágrimas. - Tendrán que acostumbrarse, este padre es muy emocional. - bromeó John rodeando los hombros de su compañero. - Los dejaremos dormir. - les dijo Noah - Gracias por escucharnos. Nos veremos en unas horas... - Vayan con su compañera...- dijo John acompañándolos a la salida. Cuando los jóvenes salieron Ezra avanzó para abrazarlo dejando fluir el aura haciéndolo estremecer. Trasmitía felicidad y eso lo conmovió. Había sido una reunión inesperada, pero considerando el estilo de los cuatro, había salido muy bien. -Vamos a la cama- le dijo besándolo con rapidez - Aprovecharé lo feliz que estás para atenderte. -Oye...- advirtió su compañero. -Te lo dije...- le dijo con una sonrisa pícara antes de tomarlo de la mano y llevarlo a la habitación. Sería una hermosa noche.
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