Estoy de pie junto a mi laptop, presentando un informe de seguridad, pero su presencia es una sombra que me pesa. Su vestido n***o corta el aire, y cuando interrumpe mi explicación con un gesto elegante, sé que esto no va a ser fácil. — Elena, tu trabajo es impecable —dice, su voz melosa mientras se levanta, caminando hacia la pantalla—. Pero me pregunto si estás tan enfocada como deberías. ¿No hay algo… personal que te distraiga? El equipo se queda en silencio, y mi pulso se dispara. No puedo dejar que me humille, no delante de todos. — Mi enfoque está en el proyecto, Victoria —respondo, mi tono firme, proyectando el siguiente gráfico—. Si tienes dudas, revisa los datos. Ella suelta una risita baja, apoyándose en la mesa con una pose calculada. — Oh, no dudo de tus habilidades —dice,

