—Carlos, por favor —le exijo —deja de guindarte de mi pierna y ayúdame a dispararle a los que nos están buscando, de lo contrario ambos estaremos en problemas y no será nada agradable para los dos el que nos agarren, porque ya sabrás que es lo que viene bajando después de eso. —No quiero, si quiero morir que sea a tu lado, pero no quiero —dice entre llanto —no quiero, aún soy muy joven y tengo un futuro maravilloso contigo por delante, no quiero. Aprieto la mandíbula sintiendo el miedo mezclarse con el enojo y le sacudo la pierna haciendo que el se despegue de mí, me agacho dejando de disparar hacia el lado en donde sé que están los que nos buscan y lo tomo de la cara con fuerza viéndolo directamente a los ojos —Escúchame bien, —hablo entre dientes —si aquí morimos los dos va a ser por

