Capítulo diez Como tú. Esa simple respuesta me dejo de piedra en mi sitio. ¿Qué fue lo que me quiso decir cuando dijo eso? Me giro del otro lado de la cama e intento cerrar los ojos, pero me es imposible, me levanto sacudiendo mi cabello y apago la alarma del reloj de mesa media hora antes de que suene, estiro mi entumecido cuerpo y me encamino a la ducha para darme un largo baño que me quite la pesadez que cargo encima. Prendo la llave con agua fría y dejo que caiga sobre mi cuerpo, cierro los ojos y visualizo en mi mente a la persona que no me ha dejado dormir en paz. —¡Ahh! Maldito Jayden —mascullo y salgo del baño, —ya ni bañarme en paz me dejas —me seco y busco mi ropa formal para el día de hoy. Una falda de tubo negra junto a una camisa blanca y zapatos negros, termino de

