I belong with you, you belong with me, you’re my sweetheart
I belong with you, you belong with me, you’re my sweetheart
Hey
Ho
Hey
Dejo escapar las ultimas palabras de una de mis canciones favoritas. Termino la canción ganándome únicamente los aplausos de Lu y John que se encuentran tras la barra. Río negando por sus chillidos absurdos y me limito a hacer una exagerada reverencia en su sentido. Me dan la vida.
Recojo la guitarra y el micro y me dirjo hacia el armario a dejarlo. Esta vez llevo menos equipo así que me basto por mi misma y no le pido ayuda a Lu. Me aseguro de cerrarlo correctamente antes de dirigirme hacia el despacho. Esta vez a diferencia de las demás noches no escucho voces, y eso no me alivia para nada. Porque significa que está solo y no estará distraído con alguna. Suspiro cogiendo todas las fuerzas posibles, recordándome que esta será la última vez. Toco la puerta y espero pacientemente a que alguien hable del otro lado.
-Nati-Abre la puerta el asqueroso hombre que tengo como “jefe”.
-Hola, ¿tienes un momento? -Pregunto intentando aparentar total calma y cordialidad manteniendo las distáncias.
-Para ti tengo todo el tiempo del mundo cariño. -Me enseña una amplia sonrisa, marcada por la falta de dientes en esa repugnante boca. Aguanto las arcadas y acepto su invitación de entrar a la apenas iluminada habitación, mal oliente, llena de moo y completamente desordenada. Evito tocar nada, porque es extremadamente repugnante. - ¿Y dime, que necesitas? -Pregunta acariciándome el brazo cuando pasa por mi lado, antes de sentarse en su silla.
-Vengo a pedir el cobro de esta semana. -Digo seria-Y también a comunicarte que esta será mi última noche aquí. –Aclaro armándome de valor.
- ¿Qué? -Pregunta atónito- ¿Cómo que tu última noche? -Se levanta de su silla alarmado y enfadado. -No, no, no.-Me pide acercándose unos pasos.
-Lo siento, yo… tengo otras necesidades que atender –Me excuso pobremente. La verdad, es que solo me he cansado de este bar. Vengo a cantar para que me escuchen. Buscaré cualquier otro que no dé tanto asco y que almenos me presten atención ni que sean 3 personas.
-Nati por favor. Repiénsatelo. -Me pide acercándose a mí. Doy un paso hacia atrás por pura inercia, pero eso solo sirve para que él se acerque más a mi. -No puedo ofrecerte más dinero, pero si quieres puedo darte otra cosa-Me acaricia la mejilla. Y hasta aquí llego. Por aquí ya no paso.
-Saca tus repugnantes manos de mi cara-Le golpeo la mano con asco. -Yo no soy una de esas chicas. -Grito furiosa-Dame mi dinero-Reclamo.
-No. ¡Tú de aquí no te vas maldita perra! -Me coge el brazo con fuerza acercándome a su apestoso cuerpo- No eres más que una maldita mosquita que ha andado seduciéndome todo este tiempo. Pero has pasado mi limite Nati-Besa mi cuello.
- ¡Suéltame-Grito haciendo la máxima fuerza posible! Pero él es mucho más fuerte que yo. Aunque está bastante gordo y no es mucho más alto que yo, yo soy muy poca cosa. Este me empuja contra la pared acorralándome y dejándome sin escapatoria. Tiene su cara muy cerca de la mío y su asqueroso aliento golpea mi cara.
-Deja de gritar, maldita perra-Me pega un fuerte bofetón. La lagrimas se acumulan en mis ojos, pero no son de dolor, sino de rabia por no tener la fuerza necesaria para escaparme, y por no haberme ido antes.
- ¡Ayuda! -Grito con todas mis fuerzas, rehuyendo su mano que intenta tapar mi boca-¡Ayuda por favor! Grito de nuevo con todas mis fuerzas. Lucho, o eso intento. Pero me coge con tanta fuerza que no puedo apenas moverme. Tengo miedo, mucho miedo, pero entonces veo mi salvación. John abre la puerta del despacho de una fuerte patada y aparta al asqueroso energúmeno de encima mío de un fuerte puñetazo que lo deja en el suelo noqueado.
- ¡Maldito cerdo! -Le da una patada en el estómago que me duele hasta mi.
- ¡Déjalo John! - Le dice Lu cogiéndolo del brazo. -Vámonos antes que venga alguien-Dice acercándose a mi y ayudándome a caminar, porque sinceramente me encuentro sin fuerzas del miedo y mis piernas me tiemblan. Salimos del despacho a paso apresurado no sin antes John darle otra patada en el estómago al hombre que se retorcija en el suelo maldiciéndonos. Antes de salir del local, cojo mi guitarra y mi bolso y huimos de allí hasta el coche de John.
-Muchas gracias chicos. -Les agradezco cuando siento el asiento de su coche trasero bajo mi trasero. Sigo extremadamente asustada, el miedo corre por mis venas, pero me obligo a calmarme.
-Nat, no debiste entrar allí sola. Lo sabes-Me regaña Lu.-Si no llegamos a pasar por allí de casualidad…-Deja la frase al aire, pero todos sabemos que hubiera pasado. No es la primera vez que ese imbñecil se pasaba con alguien en su despacho.
- ¿Pasabais por casualidad? -Pregunto con una sonrisa triste intentando sacarle hierro al asunto. Estos ríen lo que me hace rodar los ojos.
- ¿Necesitar ir al médico o algo? Esa mejilla no se ve muy bien-Dice John. Toco con la yema de mis dedos mi mejilla arrepintiéndome al instante. El suave toqueteo ya me duele, así que se de sobra que no me salvaré de un horrible moratón y de la inspección, interrogación y furia de Mi.
-Solo quiero ir a casa y olvidarme de lo que acaba de pasar-Suspiro.
Y eso es lo último que decimos hasta llegar a mi casa.
-Gracias por traerme-Agradezco-Y siento mucho lo que ha pasado. Por mi culpa perderéis el trabajo-Me disculpo apenada.
-Tranquila. No será muy complicado encontrar un trabajo en cualquier otro bar de noche. -Saca importancia Lu.
-Además, la única razón por la que seguía allí es por esta cabrita loca, y por fin se ha dejado conquistar-Le guiña el ojo a Lu que sonrojada le golpea el hombro.
-Y yo que pensaba que estabas por mí-Interrumpo el momento romántico.
-Sabes que también eras un motivo nena-Me sonríe de lado coqueto.
-Y justamente por eso es que te costó y te cuesta tanto conquistarme-Rueda los ojos Lu en una rabieta.
-Ahh, ¿Pero que todavía sigo conquistándome? Joder chica, eres difícil de cojones-Se queja John de broma.
-Y tu un imbécil sin remedio-Niega Lu haciéndonos reír.
-Bueno parejita, me divierten mucho vuestras crisis, pero es tarde. -Me despido de ellos. -Una vez más gracias, por todo-Agradezco.
-No hay de que preciosa. -Sonríe John. Antes de arrancar el coche. -Nos vemos.