Narra Nahuel —¿Tenés otra pregunta? —negué con la cabeza mirando el techo—. ¿Sabés? No tenemos por qué hacerlo ahora. Puede que aún no estés listo para esto, Nahu. —Me gustaría intentarlo... —¿Seguro? —asentí—. Bueno, pero no hoy, podemos intentar estos días, ¿te parece? —volví a asentir. Dani me acarició el pelo con una mano y con la otra me abrazaba. Cerré los ojos sintiendo como se acercaba a mí. —No duermo con alguien desde que era chiquito y me pasaba al cuarto de mi hermano cuando tenía miedo —lo miré, me sonrió. —Mientras no me tires al piso, no creo que tengamos mucho problema —me reí. Lo abracé apoyando mi cabeza contra su pecho y cerré los ojos. Él seguía acariciándome el pelo tan suave que sentía que podía quedarme dormido en cualquier momento. Tomé aire sintiendo su perf

