Sus ojos se encontraron con los míos y fue inevitable que mis piernas comenzaran a temblar por los nervios. ᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠ En cuestión de segundos estaba a mi lado, sus ojos me miraban acusatoriamente, como si hubiese atrapado a un ladrón mientras robaba un banco, y aunque no era una ladrona y tampoco estaba robando un banco, sabía que tenía que darle explicaciones. — ¿Qué hacías en la oficina de Sergio? —preguntó sereno, aunque sabía muy bien que se estaba conteniendo, no quería armar un espectáculo frente a las tres personas que seguían en el piso de presidencia. ᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠ Di gracias al cielo que la cámara cabía en la palma de mi mano y pude ocultarla en mi puño. Pasé de él, como si fuera un desconocido para mí, tenía que guardar las apariencias. ᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠᅠ —ᅠSr. Mateo, qu

