–A la única mujer que quiero meterle el pene es a ti. –Tal sinceridad me hace gracia, así que no puedo tomarlo en serio. Me hecho a reír sin dudarlo. –Es bueno que te de risa, al final del día él que recibió un golpe por querer ser buen esposo he sido yo. –Ya cállate. –Es lo primero que viene a mi mente. –No creas que, por el hecho de tenerte piedad en este momento, voy a olvidar que ayer te fuiste y quizás estuviste con mujeres. –¿Quién demonios te mete tanta mierda en la cabeza? –Me mira alzando su mirada verde, pero no podía decirle que fue Liam, ya que estaría tras de él como un matón y quizás la obra no pudiera realizarse. –Solo lo se. –Trate de apartar mi vista de la suya, sabía que con su mirada él podría sacarte la verdad incluso si era la peor. –Me voy a dormir, estoy agotad

