Capítulo 24

1073 Palabras

Puedo ver cada segundo de su reacción, de pronto sus ojos verdes se dilataron mientras que su piel se empezó a erizar como si fuera un pequeño gato, mientras que su hombría se ponía tan dura, que yo misma empecé a sonreír por los resultados de mi masaje. De pronto, veo como Sebastián se empieza a tocar enfrente de mí, pasando su mano por sus testículos hasta su hombría erecta, pasando su mano con rapidez mientras yo hacía lo mismo. Los dos jadeábamos con fuerza, pero yo sabía que lo necesitaba dentro de mí, así que intente levantarme de la silla, para correr hacía él, pero Sebastián no me lo permitió, empujándome de nuevo en la silla. –Las sumisas deben de obedecer. –Me susurra tan cerca de mi nariz y boca, que puedo saborear su aliento a menta con wiski. –¡Ya no quiero ser una sumisa!

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR