Un molesto dolor se instala en mi cabeza y con el sé que ya estamos de vuelta a nuestro mundo, abro mis ojos con pereza y miro a mi alrededor desubicada sin saber en donde caímos esta vez, Gill está tirado a unos cuantos metros de mí al igual que Indis y Gael. Me causa mucha gracia ver en la posición en la que ambos están, Indis está encima de Gael en una posición muy comprometedora.
Miro otra vez a mi alrededor. Esta no es la isla de las sirenas, hay bastante vegetación a mi alrededor, pero sé que no estamos en la isla de la sirenas.
Nos teletransportarnos a otro lugar diferente, bueno, ya regresamos a Topaz eso es lo que importa.
Con mucha dificultad me levanto del suelo y camino hacia donde está Gill inconsciente. Su cabello está revuelto y empapado por el agua del portal, sus mejillas están sonrojadas y sus labios tienen un lindo color rosa natural.
Me acerco a su pecho y suspiro de alivio cuando lo siento respirar. Gill es cálido y cómodo, ahora entiendo por qué la chicas lo buscan tanto. Me acerco un poco más a su cara detallando cada facción de su rostro, sé que no debería de estar haciendo esto, pero es que dormido se ve tan calmado e inocente... y lindo, su piel es linda.
Los ojos de Gill se abren de golpe y yo retrocedo soltando un grito ahogado en el proceso.
- ¿Qué?, ¿Dónde estamos? - Pregunta desubicado al igual que yo hace algunos segundos. Suspiro de alivio al ver que ignoró el hecho de encontrarme cerca de su cara.
- Llegamos a Topaz - Gill asiente con su ceño fruncido y vuelve a cerrar fuertemente los ojos para después soltar un suspiro de cansancio.
- Siento que mi estómago está al revés - Crystal hace acto de presencia siendo guiado por Rocus. El chico se ve algo pálido y cansado, debí imaginarlo, el portal utiliza nuestra magia para teletransportarnos.
- tenemos que comer algo antes de ir al reino de los lobos - Sama'el aparece dentro de las plantas sacudiendo sus ropas.
Dos gritos agudos se escuchan en el lugar. Todos volteamos a ver a donde estaban Gael e Indis tirados, ambos parecen que hubieran visto un fantasma.
Gael empuja lejos a Indis y luego se levanta sacudiendo su ropa con esa elegancia que se le caracteriza a los vampiros como si hace un minuto no hubiera gritado como un bebé al ver la cara de Indis cerca de su rostro.
Sama'el niega con su cabeza y voltea a verme. Puedo verlo en su rostro, fue difícil.
- ¿estás bien? - pregunto preocupada al ver que Gill no se levanta todavía del suelo.
- el viaje de regreso siempre será más difícil que el viaje de ida - dice Sama'el a mi lado extendiéndome uno de los alimentos que trajimos del reino de Kylee.
- la comida del reino de Roger es muy rica - dice Crystal con la boca llena.
- tengo sed - murmura Gill. Extiendo mi mano y Rocus pone una botella de agua en ella casi de inmediato.
No había notado lo útil que es este muchacho, ahora entiendo porqué Indis no se ha deshecho de ellos todavía.
- aawww parecen una linda pareja de novios - molesta Indis - ¿para cuándo la boda?
- fiesta en paz ¿recuerdas? - señalo hacia atrás donde Gael está afilando el cuchillo que le robó a Crystal en una roca mientras mira fijamente a Indis. Río entre dientes cuando Indis lo mira con miedo.
La respiración de Gill se tranquiliza dando aviso a que se quedó dormido.
Ya es de noche, Indis encendió una fogata y están asando algo llamado "bombones" es un nombre raro ¿Qué pasaba por la mente de la persona que le puso así?
Miro hacia donde Gill está acostado con una de las mantas que Roger nos regaló, no puedo evitar preocuparme, aunque me caiga mal es la única persona que me habla, me dolería mucho si algo le pasa.
- él va a estar bien - susurra Gael a mi lado - Gill es un chico muy fuerte, de seguro le afectó el cambio de ambiente.
Asiento con mi cabeza y vuelvo mi vista al frente.
- este ambiente está para contar historias - dice Crystal.
- cómo es que un niño como tú es un mercenario, caza recompensas, como quieras llamarlo - pregunto con voz calmada.
La mirada de Crystal se entristece, trata de que no lo note, pero ya es muy tarde, Rocus también baja su mirada triste.
- un grupo de asesinos atacó mi aldea y mataron a todos... Los únicos que quedamos vivos fuimos Rocus y yo, del resto todos murieron. nuestros padres, hermanos... Todos murieron.
- ¿y tus gobernantes? ¿por qué no hicieron nada? - pregunté confundida. Crystal me mira como si estuviera buscando algún tipo de broma en mis palabras.
- las hadas y los trolls están bajo la protección del reino Mágico, princesa.
Aquella respuesta me cayó como un baldado de agua fría ¿Qué? ¿cómo? ¿Por qué nadie me había dicho? ¿desde cuando es es eso? En ninguno de los libros de la biblioteca decía eso.
- por tu sorpresa puedo deducir que no lo sabías - niego de inmediato con mi cabeza. Indis bufa por lo bajo y vuelve su vida hacia el fuego.
- Sama'el...
- dicen la verdad, la r**a de las hadas de los trolls quedaron bajo la supuesta protección de los mágicos...
- La vida fuera de los muros de la Academia es muy difícil, princesa - susurra Indis con franqueza - las personas matan por un plato de comida... Los reyes son unos egoístas que utilizan a los prodigios para mantenernos callados y que no nos quejemos de nada.
Aquella información me dejó impactada ¿en serio el reino en donde vivo está tan mal? ¿Por eso es que todos me odian? Miró a Sama'el buscando algún tipo de negación, pero él sólo agacha su cabeza con tristeza.
Así que es verdad, mi hermana es una tirana.
- Sama'el - él voltea a verme, algo en su aura ha cambiado, ya no es ese conde de buen porte que me entrenó y me dio buenos consejos, ahora hay sólo pena y dolor en sus ojos - ¿tienes algo que decirme?
Trato de no enojarme, si me enojo mi mágica se activará sola Y descubrirán nuestro escondite.
- Sí majestad - no hace ni el mínimo amago de mentir - cuando murieron Topacio y Alukar junto con el rey mágico y el rey elfo, los reyes mágicos que le precedieron fueron crueles y tiranos... no podía hacer nada, yo... mi pueblo moriría si abría mi boca para opinar, no era miedo por mí, era miedo por mi gente que no tenían la culpa de nada.
》Los demás reinos decidieron apartarse del reino de los mágicos después de es, lo único que los une a los otros reinos es la Academia de prodigios y es porque tu abuelo le rogó a los otros reinos dejar entrenar a sus prodigios con ellos, los prodigios alcanzan su máximo potencial cuando están con prodigios de otras razas.
Miro hacia la fogata tratando de asimilar todo, siempre he vivido en una burbuja de privilegio que no me ha dejado ver lo mucho que sufre mi pueblo, por eso Gill me decía que yo era una marioneta de mi hermana, me iba a convertir en una dictadora como ella.
- ¿Por qué nadie nunca me dijo nada? - pregunto en un susurro.
- la reina los amenazó a todos, nadie tenía permitido acercarse a ti y...
Ahora lo recuerdo todo, los guardias siempre estaban en todos mis entrenamientos con el conde, nadie de mi reino me volteaba a mirar y si lo hacían, apartaban su mirada de inmediato, los guardias siempre estaban cerca de mí... excepto cuando estaba con Gill...
- perdóneme majestad - dijo el conde al borde del llanto - a pesar de los años que tengo sigo siendo un cobarde.
- señor... - susurró Gael.
- está bien, Sama'el - trato de decir con calma a pesar de las inmensas ganas de vomitar que tengo ahora - estoy reuniendo las joyas para derrotar a la persona equivocada - toco el collar que guinda de mi cuello - la reina caerá junto con su tiranía.
- princesa...
- uuuh hasta que algo interesante sale de tu boca - celebra Indis.
- no quiero que mi pueblo sufra más - respondo al ver la cara de desconcierto del conde - si tengo que ser la reina, lo seré.
- no puedes ser precisamente tú la reina - dice Gael mientras sonríe de lado.
- Gael - el conde gruñe con un tono de advertencia.
- te sinseraste con ella, tienes que decirle la verdad - gruñe Gael.
- sin más secretos, Sama'el - advierto. El conde suelta un gruñido de frustración y me mira directamente a los ojos.
- tienes un hermano mayor - parpadeo desconcertada ante esa nueva revelación.
- ¡¿QUÉ?!
...
- ¡¿DÓNDE ESTÁ ZAFIRO?! - grita la reina enojada - ¡una sola cosa! ¡una sola cosa tenían que hacer! ¡Y no la hacen bien!
Una onda de poder salió de su cuerpo asustando a todos los presentes, Dariel a su lado mira todo con pereza mientras que la reina bota humo por sus orejas.
- relajese majestad, la princesa aparecerá en el momento adecuado - trata de tranquilizar el asistente del conde.
- ¿cuándo será eso? - fulmina al vampiro con su mirada - ¿cuándo la maldita bastartada sepa toda la verdad? La entrené durante años para que fuera una chica fuerte y desapegada a los sentimientos y ahora ¡se escapa la muy maldita!
- tal vez por eso escapó - interviene el conde por primera vez, levantándose de la silla con elegancia - la abandonaste pensando que eso la haría querer tu aprobación con más intensidad, pero hubo algo que la mantuvo con los pies sobre la tierra recordándole que era una marioneta.
- Gill... - susurró la reina y el conde asintió.
- el joven Gill hizo un gran trabajo en mantener el corazón de la princesa puro a pesar de que su método no era tan inocente... si quieres que la princesa te sea leal por siempre tienes que comenzar por quitarle lo que más ama...
- y a quien más ama es a Gill - culminó la reina y el conde asintió.
- aunque si matas al protector de la portadora, ella se morirá también, gran plan - dice el asistente con sarcasmo.
- ¿morir?
El conde miró a su asistente con molestia y luego miró a la reina tratando de mantener la calma.
- lo que dice mi asistente es mentira, sólo bromea.
La reina asintió sin creerle mucho. Uno de los guardias entró al gran salón llamandola atención de los presentes.
- mi reina, el general solicita su presencia.
- esta conversación no se ha quedado aquí - ambos hombres se miraron entre sí y luego asintieron.
La reina salió del gran salón y la mano del conde se estrelló contra el cuello de su asistente.
- Lo siento...