Dejo caer mi rostro entre las manos, la reunión se tornó algo aburrida desde ya hace algunos minutos; no soporto ver la cara de Smith, el muy sucio se hace la víctima cuando solo él es el culpable y único ladrón. Resulta que yo descubrí esta mañana que la suma enorme de dinero que había hecho a la compañía cambiar de dueño por futuro quiebre había sido robado, no perdido en una mala inversión como había dicho Smith, antes él era el vicepresidente, ahora volvió a su cargo inicial, jefe del departamento legal. Así que para cubrir mis espaldas, redacté un acta y la mandé a la presidencia; sí, lo acusé con Jackson en pocas palabras. Y ahora estamos aquí, en una tediosa reunión que empezó a las diez de la mañana y que siendo las dos de la tarde sigue sin culminar porque el muy imbécil de Smith

